Itaú Unibanco, el mayor banco privado de Brasil, admitió dificultades en el país para alcanzar un consenso en medio de la crisis política que afronta y reconoció que las reformas necesarias para la recuperación pueden demorar, según afirmó este lunes el economista jefe de la entidad.
No va a ser fácil encontrar un consenso y las reformas pueden demorar un poco más, porque es muy difícil trazar un cronograma de la política, señaló Ilan Goldfajn, economista jefe del Itaú Unibanco, en un encuentro en Sao Paulo.
La situación económica del país, con una recesión del PIB que según Goldfajn puede tener un pico acumulado próximo al 10% de contracción después de un retroceso del 3,8 % en 2015 y otro similar este año, se agravó más con la crisis política que ha dificultado la implementación de un ajuste fiscal.
Hay un impacto en la economía y un sacrificio social y por eso necesitamos saber si hay un consenso político para aprobar los ajustes y reformas necesarias, porque las inversiones y el consumo esperan señales de recuperación de la confianza para un escenario mejor, apuntó el economista.
El proceso para someter a la presidente Dilma Rousseff a juicio político depende ahora de los 81 miembros del Senado quienes por mayoría simple definirán si se inicia el juicio y en ese caso, la mandataria será apartada durante los 180 días que esa cámara legislativa tendrá para concluir el proceso.
En ese caso la mandataria sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, con quien ha roto toda relación y a quien acusó de ser uno de los jefes de la conspiración que, en su opinión, se gesta para recortar su mandato.
Temer divulgó por error, según explicó él mismo, un audio en el que parecía dar como un hecho la destitución de la Mandataria.
Primero en la línea de sucesión, en esa grabación Temer instó a los brasileños a la unidad y a construir un Gobierno de salvación nacional y defendió un programa de su eventual Gobierno, al que denominó puente para el futuro.
Para Goldfajn, el problema no es formular programas, el problema es implementarlos, aunque reconoció que las propuestas de ajuste fiscal del Ejecutivo de Rousseff no deben cambiar si ella continúa en el poder o si otra persona asume la Presidencia del país.
No hay misterios. Necesitamos de la reforma de la previsión social, definir el límite de gastos, revisar los impuestos y adoptar el ajuste fiscal, resaltó el economista jefe del Itaú, para quien después de ese objetivo, el país deberá continuar con las reformas tributaria, laborista y política.
A corto plazo no va a pasar nada. En los próximos dos años algunas cosas van a salir adelante, pero la economía brasileña tiene amortiguadores como son sus reservas internacionales y liquidez, subrayó.
Goldfajn destacó que algunos elementos de la economía están comenzando a ajustarse y puso como ejemplo que no va a haber déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos en este año.
Se están viendo movimientos positivos con los inversores de corto plazo y los inversores extranjeros, añadió el especialista, para quien la reducción de la tasa básica de intereses, actualmente en el 14,25%, deberá comenzar a bajar en el segundo semestre.
A esa reducción de los tipos de intereses, abonó Goldfajn, se pueden sumar la reducción de la inflación, que en 2015 cerró en el 10,67% y superó el techo máximo oficial del 6,5%, y la estabilización del cambio, que a juicio del economista, deberá estar entre los 3,5 y 4,0 reales por dólar.
No obstante, si el consenso político llega más rápido, dijo Goldfajn, ”la estabilización comenzará a verse al final del año, pero -por el momento- en un escenario en el que la economía no cae, pero tampoco crece.