El líder de la organización anticorrupción española Manos Limpias, Miguel Bernard Remón fue detenido por la policía española en el marco de una investigación por delitos de extorsión y organización criminal entre otros.
Una de las denuncias está vinculada precisamente con el caso impulsado contra la hermana del rey Felipe VI y el esposo de esta, Iñaki Urdangarin, ya que la policía acusa a Manos Limpias de haber intentado cobrar tres millones de euros a dos bancos relacionados con los ex duques de Palma para retirar la acusación.
En la misma operación policial ha sido arrestado el presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Luis Pineda, según informaron fuentes judiciales.
Los líderes de Manos Limpias y Ausbanc están siendo investigados por haber constituido una red mafiosa que extorsionaba a políticos, entidades y empresarios, a quienes pedían dinero a cambio de retirar demandas previamente presentadas contra ellos.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, quien dirige las pesquisas, acusa a Bernard y a Pineda de delitos de extorsión, organización criminal, fraude contra la hacienda pública, falsedad documental y fraude en subvenciones.
La Policía Nacional española arrestó por el momento a ocho personas, entre ellas el responsable de comunicación de Manos Limpias, una organización que se fundó como sindicato pero que no tiene representación en ningún centro de trabajo, de allí que en España se la conozca como un seudo sindicato.
Asimismo, los agentes realizaron registros en las sedes tanto de Manos Limpias como de Ausbanc, en el centro de Madrid, de acuerdo con la prensa española.
En relación con el famoso caso Noós, la trama de corrupción que puso en jaque a la Corona española, la policía sostiene que Manos Limpias, que ejerce como única acusación contra Cristina de Borbón, quiso extorsionar a dos entidades bancarias, una de ellas La Caixa, pidiendo tres millones de euros para retirar la demanda de evasión fiscal, según el diario La Vanguardia, que cita a fuentes de la investigación.
Uno de los abogados de la hermana del monarca, Pau Molins, avaló estas acusaciones al afirmar que el seudo sindicato anticorrupción le pidió una cantidad de dinero absolutamente desorbitada para dar marcha atrás con la querella, según declaraciones al canal de TV catalán 3/24.
Esa medida hubiese implicado que Cristina de Borbón no estuviese sentada en la actualidad en el banquillo de los acusados, ya que ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado la querellaron.
Pese a que el juez que instruyó el caso Noós encontró numerosos indicios contra la infanta, la oposición del Ministerio público estuvo a punto de salvar a la infanta. Sólo Manos Limpias mantuvo los cargos en su contra, con lo que el tribunal finalmente dio luz verde al procesamiento avalando su derecho a actuar como acusación popular.
Todo viene por sentar a la Infanta en el banquillo de los acusados, aseguró la abogada de Manos Limpias en el caso Noós, Virginia López Negrete, en reacción al arresto de la cúpula de Manos Limpias.
López-Negrete, que no estaría implicada en la investigación judicial llevada a cabo por el juez Pedraz, también aclaró en un comunicado que ella es una abogada externa y no responde directamente por su cliente Manos Limpias.
Tan sólo puedo responder por mí. Nunca he negociado ni permitido que se negociara nada en relación con la retirada de la acusación a la infanta Cristina ni de ningún otro imputado/acusado del caso Noos, señaló.
No obstante, la letrada señaló en declaraciones a la prensa que si se prueban delitos en relación con este caso, por supuesto que tomaré medidas.
Desde su creación en 1995, Manos Limpias se dedicó a presentar querellas contra personas y organizaciones cuyas ideas no coincidían con las de su fundador, Miquel Bernard, abogado y ex secretario general del partido derechista Frente Nacional.
Entre los blancos de Manos Limpias, organización que hizo de la lucha contra la corrupción su bandera y que defiende la unidad de España, figuran desde dirigentes políticos como el ex presidente catalán Artur Mas hasta personajes de ficción, como los del programa infantil de televisión Los Lunnis, a quienes demandaron por alardes de homosexualidad.
Otra de sus querellas llevó al banquillos de los acusados al ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por querer investigar los crímenes del franquismo, un caso que terminó con absolución, pese a que el magistrado fue inhabilitado por otras causas.
También fue blanco de Manos Limpias el movimiento de los indignados, al que denunció durante las protestas de 2011 por conformar una organización criminal, así como la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la que acusaron de amenazas y coacción por los escraches que protagonizó contra Bankia y otras entidades financieras cuando era líder de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
La mayoría de las querellas impulsadas por Manos Limpias han sido archivadas.
No obstante, han servido para difamar a los acusados, como es el caso de la reciente querella por financiación ilegal contra los líderes de Podemos, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, que fue archivada esta semana por el Tribunal Supremo español.