Katharine Felton escribe sobre lo más destacado de su experiencia en el archipiélago.La semana pasada visité las Islas Falkland por primera vez –para aprender más sobre ellas y ver cómo se pueden fortalecer los vínculos con Uruguay.
Volé desde Montevideo hacia Santiago y Punta Arenas para llegar a las Islas. Tradicionalmente llevaba cuatro días de navegación recorrer los 1870km que separan a Montevideo de Stanley. El buque Darwin solía usar esta ruta regularmente para trasladar carga y pasajeros entre ambas ciudades. Como resultado, Uruguay tiene un lugar especial en el corazón de muchos isleños, muchos de ellos estudiaron en The British Schools en Uruguay o pasaron sus vacaciones de verano en el país. Incluso, había un Consulado uruguayo en las Islas, hay una placa que lo conmemora en el Historic Dockyard Museum en Stanley.
Pero estos vínculos no son solo históricos. Durante mi visita conocí a uruguayos que consideraban a las Islas Falkland su hogar. Vi a pescadores uruguayos yendo a trabajar, listos para comenzar a navegar hacia el Atlántico Sur. La gente de las Islas Falkland disfruta de la amplia variedad de productos uruguayos, sobre todo frutas y verduras, que se ofrecen en los supermercados locales. También me reuní con isleños que recibieron tratamiento médico en el Hospital Británico en Montevideo. El año pasado un grupo de personas de las Islas Falkland participó en Expo Prado, exponiendo las oportunidades de turismo y negocios que existen. Esperamos con ansias darles la bienvenida nuevamente en setiembre.
Conocí a representes de la comunidad de negocios de Falklands y miembros de la Asamblea Legislativa. A todos les atrae la idea de fortalecer los vínculos comerciales con Uruguay. Hay demanda e interés por bienes uruguayos en varios sectores que incluyen: carne y derivados, bienes de consumo, motocicletas, materiales de construcción e insumos para realizar carreteras.
¿Es como el Reino Unido? En ciertos aspectos. La gente maneja del lado izquierdo, casi todos en Land Rovers. Comen fish and chips, deliciosos, por cierto. Miran la BBC y van al pub, en donde disfrutan de música en vivo y noches de Stand up. La mayor parte de la gente allí nació en las islas o en el Reino Unido, pero el español se escucha en las calles y tiendas, ya que muchos chilenos y peruanos viven y trabajan en Falklands. Los supermercados y restaurantes ofrecen gran variedad de sabores, desde filipinos a latinoamericanos, pasando por europeos y norteamericanos. Aunque el tiempo varió – hubo días sol, pero también nieve mientras estuvimos allí- fue imposible no maravillarse con la belleza natural de las Islas Falkland. El paisaje es montañosos, las playas vírgenes. Un poco como Escocia –pero con elefantes y lobos marinos e incluso los últimos pingüinos que se preparan para migrar hacia el norte por el invierno. Falklands Conservation nos mostró un pingüino Gentoo rescatado recientemente. Hice lo posible por darle su almuerzo, ¡pero no pareció muy entusiasmado con la idea!
Sin embargo, las Islas Falkland son distintas al Reino Unido. Frecuentemente escucho a la gente decir que Uruguay es un país pequeño. Pero imaginen proveer de servicios, desde educación hasta salud, hacer funcionar una industria pesquera sustentable de primer nivel y ofrecer una experiencia turística fantástica con una población de solo 3000 personas. Son pocos pero se las ingenian, muchas personas tienen más de un empleo y reclutan gente de todo el mundo cuando lo necesitan. Se gobiernan a ellos mismos y administran su propio presupuesto (las únicas áreas en las que reciben apoyo del gobierno del Reino Unido son defensa y política exterior). Ellos están orgullosos de su identidad y les encanta promover su modo de vida con sus vecinos en América Latina.
Fue una semana fantástica en todo sentido. Si tu empresa está interesada en conocer cómo hacer negocios con las Islas, por favor envíanos un mail a: ukinuruguay@adinet.com.uy. Y por más información turística sobre las Islas Falkland visitá: http://www.facebook.com/naturesbestkeptsecret (·Emb. británica Montevideo - Facebook)