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En viaje de cinco días Obama confirmó la apertura con Cuba y la normalidad de relaciones con Argentina

Sábado, 26 de marzo de 2016 - 10:10 UTC
Obama y su familia pasaron tres días en La Habana, donde su intensa agenda incluyó una reunión con la disidencia y un discurso en cadena nacional Obama y su familia pasaron tres días en La Habana, donde su intensa agenda incluyó una reunión con la disidencia y un discurso en cadena nacional
En Argentina, la primera visita de un presidente estadounidense al país en 19 años representó también un gran avance para las relaciones bilaterales En Argentina, la primera visita de un presidente estadounidense al país en 19 años representó también un gran avance para las relaciones bilaterales
El momento más simbólico del viaje fue la visita, junto a Macri, al Parque de la Memoria, un paseo dedicado a recordar las víctimas de la última dictadura militar El momento más simbólico del viaje fue la visita, junto a Macri, al Parque de la Memoria, un paseo dedicado a recordar las víctimas de la última dictadura militar
También marcó un apoyo decisivo para la novel administración de Macri, sus reformas económicas y su realineamiento internacional También marcó un apoyo decisivo para la novel administración de Macri, sus reformas económicas y su realineamiento internacional

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, regresó el viernes a Washington tras su histórico viaje de cinco días a Cuba y Argentina para impulsar la relación bilateral con ambos países. El Air Force One, aterrizó a las 8.25 hora local (12.25 GMT) en la Base Aérea de Andrews, situada en las afueras de Washington, tras un vuelo de nueve horas y doce minutos desde Buenos Aires (Argentina).

 Obama partió el pasado domingo desde esa misma base hacia La Habana acompañado de la primera dama, Michelle, sus hijas, Malia y Sasha, su suegra, Marian Robinson y una nutrida delegación de jerarcas de distintos departamentos y miembros del Congreso.

La visita de Obama a Cuba fue la primera de un mandatario estadounidense en ejercicio a la isla en casi 90 años y tuvo por objetivo sellar el proceso de normalización de relaciones iniciado por ambos países en diciembre de 2014, tras más de medio siglo de enemistad. Obama y su familia pasaron tres días en La Habana, donde su intensa agenda incluyó una reunión con la disidencia y la sociedad civil, además de un discurso en cadena nacional en el que el presidente defendió la democracia ante el pueblo cubano y pidió que los ciudadanos puedan elegir sus líderes.

El viaje latinoamericano continuó el miércoles en Argentina, la primera visita de un presidente estadounidense al país en 19 años. Aunque un poco eclipsado por la visita a Cuba, ese viaje representó también un gran avance para sus relaciones bilaterales, facilitado por la llegada al poder de Mauricio Macri tras años de tensiones entre la Casa Blanca y el Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015).

El momento más simbólico del viaje fue la visita el jueves, junto a Macri, al Parque de la Memoria, un paseo al aire libre dedicado a recordar a las víctimas de la última dictadura militar argentina (1976-1983).

Empero la presencia en Argentina del presidente de EE.UU. para reunirse con un par en el poder desde diciembre pasado significó un apoyo fenomenal para la administración de Macri, ara sus políticas para encauzar y hacer crecer la economía del país a la vez que un inesperado respaldo a la disputa que mantiene con los bonos especulativos.

El viaje latinoamericano de los Obama también tuvo algunos momentos de asueto, como el partido de béisbol del martes en La Habana y la visita privada del jueves a Bariloche, uno de los principales destinos turísticos de la Patagonia argentina.

La ausencia de Obama de Washington durante los atentados terroristas de Bruselas del martes, que causaron 31 muertos y más de 300 heridos, fue duramente criticada por los precandidatos republicanos a la Casa Blanca. Obama estuvo informado en todo momento y se pronunció sobre los atentados en sus discursos tanto en La Habana como en Buenos Aires, en los que volvió a pedir unidad para combatir al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Este fue el viaje número 45 de los siete años de Obama en la Casa Blanca y, con Cuba y Argentina, son ya 53 el número de naciones que ha visitado, según los cálculos de la prensa especializada.