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Estados Unidos flexibiliza los viajes a Cuba y las transacciones en dólares en la isla

Miércoles, 16 de marzo de 2016 - 09:55 UTC
El objetivo ”es simple: mejorar las vidas de los cubanos y promover los intereses de Estados Unidos”, destacó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. El objetivo ”es simple: mejorar las vidas de los cubanos y promover los intereses de Estados Unidos”, destacó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Uno de los cambios más significativos anunciados es que a partir de ahora, los estadounidenses podrán realizar viajes individuales a Cuba con fines educativos Uno de los cambios más significativos anunciados es que a partir de ahora, los estadounidenses podrán realizar viajes individuales a Cuba con fines educativos
Bajo las nuevas reglas, los ciudadanos e instituciones cubanas podrán usar el dólar en transacciones internacionales a través de bancos estadounidenses. Bajo las nuevas reglas, los ciudadanos e instituciones cubanas podrán usar el dólar en transacciones internacionales a través de bancos estadounidenses.

Estados Unidos emitió este martes nuevas normas para relajar el embargo a Cuba, entre ellas una que permitirá un aumento exponencial de los viajes de estadounidenses a la isla, aunque el turismo sigue prohibido sobre el papel, y otra para que ciudadanos e instituciones cubanas puedan hacer transacciones en dólares.

 Las nuevas reglas, emitidas por los departamentos del Tesoro y Comercio y que entrarán en vigor a partir de este miércoles, llegan en vísperas de que el presidente Barack Obama realice una visita histórica a Cuba desde el próximo domingo, la primera de un mandatario estadounidense en ejercicio en casi 90 años.

El objetivo de Obama con estas medidas y, en general, con el cambio de política hacia Cuba “es simple: mejorar las vidas de los cubanos y promover los intereses de Estados Unidos”, destacó en un comunicado el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

Uno de los cambios más significativos anunciados el martes se traduce en que, a partir de ahora, los estadounidenses podrán realizar viajes individuales a Cuba con fines educativos, algo que hasta el momento debían realizar en grupo y bajo el patrocinio de organizaciones autorizadas.

Más allá de que el ciudadano interesado tendrá que presentar una agenda de las actividades que prevé realizar en Cuba y conservar los registros del viaje durante cinco años, la categoría de visita educativa es lo suficientemente amplia e indefinida para abrir la puerta a casi cualquier viaje.

Funcionarios estadounidenses recordaron, no obstante, en una conferencia telefónica que sigue prohibido sobre el papel viajar a Cuba por motivos turísticos.

La combinación de la apertura a esos viajes educativos con el acuerdo sobre vuelos comerciales firmado en febrero, cuyo potencial es de 110 conexiones diarias de ida y vuelta entre EE.UU. y Cuba, hará más fácil y menos costoso para los estadounidenses visitar la isla.

Por otro lado, bajo las nuevas reglas, los ciudadanos e instituciones cubanas podrán usar el dólar en transacciones internacionales a través de bancos estadounidenses.

Además, los bancos estadounidenses estarán autorizados a abrir y mantener cuentas para ciudadanos cubanos.

Y los cubanos que obtengan un visado de no inmigrante para una estancia en EE.UU., por ejemplo atletas o artistas, estarán autorizados “a cobrar un sueldo o compensación”, mientras que empresas estadounidenses podrán patrocinar o contratar a cubanos.

El asesor adjunto de Seguridad Nacional de Obama, Ben Rhodes, explicó que, en última instancia, todos estos cambios son del “interés” de EE.UU. y sus ciudadanos, a la vez que la mejor forma de “aumentar las oportunidades para el pueblo cubano”.

“Creemos que hay cosas que los cubanos pueden hacer para aumentar el impacto de este tipo de cambios”, dijo Rhodes al mencionar “medidas prácticas” que podría tomar el Gobierno de Raúl Castro, como eliminar penalizaciones a las transacciones con dólares.

Rhodes también recordó que hay otras muchas restricciones que siguen vigentes dentro del embargo, entre ellas las inversiones directas estadounidenses en Cuba y limitaciones a las exportaciones.