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Índice de confianza de industria de Brasil cae en 10 de 19 sectores en febrero
El Índice de Confianza de la Industria (ICI) en Brasil registró en febrero una caída de 1,5 puntos, la peor desde septiembre de 2015 y se da después de un período de relativa estabilidad, según informaron fuentes oficiales. En febrero, la medición de la confianza del sector industrial fue de 74,7 puntos, un número menor a los 76,2 registrados en enero.
La cifra, publicada por la Fundación brasileña Getulio Vargas (FGV), viene determinada por una disminución de la confianza industrial en 10 de los 19 principales ítems de la encuesta, como el Índice de Expectativas (IE), el grado de satisfacción y el impulso de contratación.
El superintendente adjunto para Ciclos Económicos de la FGV, Aloisio Campelo Jr, observó que esta caída “devuelve más de la mitad del aumento acumulado entre el mínimo histórico, ocurrido en agosto, y el mes pasado”.
Es por eso que este “empeoramiento expresivo de las expectativas” refuerza la sospecha de que el aumento de este índice podría no continuar de cara al primer semestre de 2016.
En esta ocasión, uno de los componentes que determinó este resultado fue el IE, que cayó 2,8 unidades y alcanzó los 72,6 puntos, el menor de la serie histórica, debido principalmente a la mengua del Indicador del ímpetu de contrataciones, que descendió en 5,2 puntos entre enero y febrero hasta alcanzar los 73,6.
El Índice de la Situación Actual (ISA), por su parte, cayó 0,5 hasta los 77,1 puntos, en esta ocasión debido al empeoramiento, también histórico, del indicador que mide el grado de satisfacción con el nivel de demanda actual.
Este febrero, el agravamiento revelado en la evaluación del sector del mercado interno superó la mejora en la evaluación sobre el mercado externo.
El Nivel de Utilización de la Capacidad Instalada (NUCI) retrocedió 0,5 puntos porcentuales en febrero, alcanzando así el 73,6 por ciento, de igual forma el menor nivel de la serie histórica iniciada en 2001.
El descenso registrado en este segundo mes de 2016, un 11,6% inferior al mismo mes del año anterior, evidencia la crisis de Brasil, que cerró 2015 con una inflación del 10,67%, la mayor en 13 años, mientras que su economía se contrajo un 3,71%, según los últimas proyecciones de los analistas, lo que supone el peor resultado en los últimos 25 años.
La mayor economía suramericana está en recesión y los economistas no prevén una recuperación en 2016, para cuando esperan una contracción del 3,40%. Si ese pronóstico se concreta, será la primera vez que el país registre dos años seguidos de contracción económica desde 1948.
Además de la debilidad del PIB y de una elevada inflación, Brasil enfrenta un aumento de las tasas de desempleo y unas maltrechas cuentas públicas que han obligado al Gobierno a llevar a cabo un severo plan de ajuste fiscal para enderezar el rumbo de la economía.
Asimismo, el país encara una aguda crisis política que amenaza a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con la apertura de un juicio en el Legislativo con miras a su destitución.
