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Apoteósico recibimiento al papa en México, pero le aguarda una agenda desafiante

Sábado, 13 de febrero de 2016 - 06:23 UTC
El presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera recibieron a Francisco en el aeropuerto y luego en la nunciatura El presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera recibieron a Francisco en el aeropuerto y luego en la nunciatura
La gente esperó pacientemente el paso del pontífice en medio de una noche fría. Por momentos coreaban “¡Se ve, se siente, el papa está presente!”. La gente esperó pacientemente el paso del pontífice en medio de una noche fría. Por momentos coreaban “¡Se ve, se siente, el papa está presente!”.
Unos días antes de su viaje al país, el propio papa señaló que no rehuiría a los problemas que enfrenta México, como la violencia, la corrupción y el narcotráfico. Unos días antes de su viaje al país, el propio papa señaló que no rehuiría a los problemas que enfrenta México, como la violencia, la corrupción y el narcotráfico.
El papa estará seis días, tiempo durante el cual recorrerá algunas de las localidades con más pobreza, marcadas por diversos hechos de violencia y migración. El papa estará seis días, tiempo durante el cual recorrerá algunas de las localidades con más pobreza, marcadas por diversos hechos de violencia y migración.

El papa Francisco ya se encuentra en México en su primera visita como pontífice y en la que busca dejar un mensaje de solidaridad con las víctimas de la violencia del narcotráfico y las comunidades afectadas por la pobreza. El presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera recibieron a Francisco al pie de escalinata del avión que lo transportó a México, mientras miles de personas aguardaban en las calles de la capital el paso del pontífice a bordo del papamóvil.

Con celulares y linternas encendidas, la gente saludaba el paso de Francisco, el primer papa latinoamericano en la historia de la Iglesia católica.

El Papa fue recibido entre bailes, música de mariachis, y una canción especialmente compuesta para él. Cuatro niños de igual número de estados de México se aproximaron a la pista del hangar presidencial y le acercaron un cofre que según el programa oficial contenía tierra del país.

“¡Francisco, Francisco, Francisco!”, “¡Esta es la juventud del papa!”. “¡Francisco hermano, ya eres mexicano!”, “¡Queremos que el papa nos dé su bendición!”, se oía entre los asistentes.

El pontífice llegó al aeropuerto internacional de la capital mexicana procedente de La Habana, donde tuvo un encuentro histórico con el patriarca ortodoxo ruso Kirill.

La gente esperó pacientemente el paso del pontífice en medio de una noche fría. Por momentos coreaban “¡Se ve, se siente, el papa está presente!”.

“¡Se ve, se siente, el papa está presente!”, gritaba la gente acomodada sobre la avenida Bicentenario.

Unos días antes de su viaje al país, el propio papa Francisco señaló que no le daría la vuelta a los problemas que enfrenta México, como la violencia, la corrupción y el narcotráfico.

El papa estará seis días en el país, tiempo durante el cual recorrerá algunas de las localidades con más pobreza, marcadas por diversos hechos de violencia y migración.

Se estima que el carismático Jorge Bergogio llegue a tener tanto o más impacto que Juan Pablo II, quien visitó el país en cinco ocasiones y es un papa que tuvo una gran conexión con la gente, quienes incluso lo bautizaron como el “para mexicano”.