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Venezuela rompe esquemas: importa petróleo y refinados desde EE.UU.

Jueves, 11 de febrero de 2016 - 06:35 UTC
La compra se hizo para diluir en el estadounidense volúmenes de crudos pesados venezolanos, de menor valor en los mercados y de más restringida colocación La compra se hizo para diluir en el estadounidense volúmenes de crudos pesados venezolanos, de menor valor en los mercados y de más restringida colocación
El superávit de producción de EE.UU., impulsado entre otros factores por el auge de la explotación de esquistos (shale oil), permitió dar luz verde a la medida. El superávit de producción de EE.UU., impulsado entre otros factores por el auge de la explotación de esquistos (shale oil), permitió dar luz verde a la medida.

Venezuela, uno de los grandes exportadores mundiales de petróleo y poseedor de una de las mayores reservas de hidrocarburos en el planeta, ha tenido que empezar a comprar crudo.

 La petrolera estatal venezolana Pdvsa adquirió en enero un cargamento de 550.000 barriles de uno de los crudos marcadores del mercado internacional, el West Texas Intermediate (WTI), a través de su filial en Estados Unidos, Citgo Petroleum.

La compra se hizo con el propósito de diluir en el estadounidense volúmenes de crudos pesados venezolanos -de menor valor en los mercados y de más restringida colocación- en la refinería de Curazao (nación insular de las antiguas Antillas Neerlandesas, vecina a Venezuela), que opera Pdvsa.

Para que esta transacción tuviera lugar, antes debieron cumplirse antes dos hitos históricos: en primer lugar, que a Venezuela se le hiciera necesaria comenzar a importar crudo, algo sin precedentes en sus 100 años de actividad petrolera. Varios lustros acumulados de gerencia errática y falta de inversión forzaron en 2014 a la industria petrolera estatal a encargar despachos desde Argelia, Nigeria y Angola. También desde entonces se importan combustibles y derivados, entre ellos gasolina de EE.UU., para el abastecimiento interno.

Luego, en diciembre pasado Washington levantó la prohibición de exportar crudos desde EE.UU., vigente desde hacía 40 años. El superávit de producción norteamericano, impulsado entre otros factores por el auge de la explotación de petróleo de esquistos (shale oil), permitió dar luz verde a la medida.

El régimen de Caracas acusa desde hace años -tanto bajo la Presidencia de Chávez, como ahora con la de Nicolás Maduro- a Estados Unidos como autor intelectual y patrocinante de las conspiraciones para derrocar a la Revolución Bolivariana, que se inició en 1999. Recientemente ha renovado esas acusaciones señalando que el gobierno de Barack Obama tramó el actual desplome de los precios del crudo en los mercados mundiales, mediante el incentivo a los petróleos de esquisto, para perjudicar a Rusia y Venezuela.

Se calcula que Venezuela -cuyo gobierno no difunde cifras oficiales- produce en la actualidad cerca de 2,7 millones de barriles diarios de petróleo, muy por debajo de los cinco millones que anunciaba el fallecido presidente Hugo Chávez se producirían para esta fecha. La mayor parte de la producción la constituyen crudos medios y pesados, de menor valor en los mercados y de más restringida colocación.

Categorías: Economía, Energía, Venezuela.