El gobierno de Brasil anunció su oposición a la posibilidad de que sea autorizado el aborto a las mujeres infectadas con el virus Zika y corran riesgo de que sus bebes contraigan microcefalia.
”La posición del Ministerio de Salud es inequívoca...la ley brasileña sólo permite abortos en tres casos, en los que no está incluida” la posibilidad de que lo realicen embarazadas con Zika, afirmó el ministro de Salud, Marcelo Castro.
El ministro agregó que “somos agentes públicos y no podemos hacer otra cosa que defender la ley”.
La presidenta Dilma Rousseff convocó para este sábado a un día de “batalla” contra el virus en el que serán movilizados 220 mil militares y unos 300 mil médicos y agentes de salud que visitarán millones de domicilios y erradicarán focos de mosquitos.
“Le pido a la población que haga un monitoreo de 15 minutos por semana, que no es mucho, para eliminar el mosquito Aedes aegypti”, declaró el ministro Castro. La semana pasada Rousseff recibió a la cúpula de la Iglesia católica que anunció su respaldo a la campaña nacional contra el Zika.
Luego de su encuentro con la mandataria la jerarquía católica se pronunció contra la interrupción del embarazo en caso de mujeres infectadas y cuestionó la posibilidad de que el Supremo Tribunal Federal autorice el aborto de niños con microcefalia.
El punto de vista de la Iglesia no es compartido por diversas organizaciones, como el Centro Feminista de Estudios y Asesoramiento.
“El riesgo de la microcefalía no es una cuestión religiosa, es de salud pública... atañe a los derechos y garantías de las mujeres embarazadas”, aseguró Guacira Cesar de Oliveira, directora del centro feminista.
“La posibilidad de contagio es una gran amenaza para el futuro de cada mujer, la sociedad tiene que discutir a fondo... y respetar el derecho de la mujer que quiera interrumpir el embarazo”, agregó De Oliveira.