China mostró su “sincera” disposición a mejorar la relación entre Beijing y el Vaticano, si bien pidió al papa que muestre una actitud “flexible y práctica”, en respuesta a la declaraciones de Francisco divulgadas por el diario Asia Times.
En la entrevista, Francisco apostó por el diálogo constructivo con Beijing y halagó a la sociedad china, además de enviar sus felicitaciones y mejores deseos al pueblo y presidente chino, Xi Jinping, por el Año Nuevo Lunar, que comienza el lunes próximo.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Lu Kang aseguró en rueda de prensa que el Ejecutivo está al tanto de las declaraciones de Francisco y aseguró que “China es siempre sincera” sobre su voluntad de mejorar la relación entre Beijing y el Vaticano, separados por fuertes diferencias.
Beijing mantiene a la Iglesia Católica en una semiclandestinidad tolerada, mientras promueve otra iglesia “patriótica” cuyos obispos son nombrados por el Ejecutivo.
“Queremos seguir con nuestro diálogo constructivo con el Vaticano de acuerdo a determinados principios”, señaló el portavoz sin dar más detalles.
Durante la visita del papa a Corea del Sur, en agosto de 2014, China autorizó al avión del Pontífice a cruzar su espacio aéreo, momento que Francisco aprovechó para enviar un mensaje al pueblo chino.
Preguntado por si China planea invitar a Francisco al país, Lu Kang señaló que no tenía información sobre el asunto, si bien esperó que el Vaticano mantenga una actitud “práctica y flexible” para crear las condiciones que faciliten la mejora de la relación bilateral, en un momento en el que el Gobierno chino limita la libertad de religión en el país.
En lo que va de año, las autoridades chinas han detenido a uno de los pastores protestantes chinos más influyentes, Gu Yuese, tras criticar abiertamente el programa del Gobierno de demoler las cruces de las iglesias.
Beijing comenzó a retirar cruces de las iglesias en 2014, sobre todo, en la ciudad de Wenzhou, conocida como el “Jerusalén de China” por sus numerosos templos, e intensificó esta campaña el año pasado provocando las protestas de los creyentes.
El programa sigue en vigor y tan sólo la pasada semana 13 cruces fueron retiradas y destruidas en el país, y en total ya son 1.800 iglesias las que han visto desaparecer ese símbolo, según datos de según datos de China Aid, organización con sede en EE.UU. que coordina una amplia red de activistas, cristianos clandestinos y defensores de las libertades en China.