La inflación en Brasil en los primeros diez meses del año fue del 8,52%, el mayor dato acumulado desde 1996, cuando el apunte registrado entre enero y octubre fue del 8,7 %, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La reseña del mes de octubre fue del 0,82%, la más alta registrada durante este mes desde 2002, cuando fue del 1,31%, y estuvo muy por encima del de octubre de 2014, cuando los precios tuvieron un aumento 0,42 %.
El impacto mayor resultó del aumento de precios en los combustibles decretado por Petrobras, 6% para la gasolina y 4% para el diesel.
El IBGE destacó además que la inflación subió un 9,93% en los últimos doce meses, lo que supone el dato más alto registrado desde noviembre de 2003, cuando alcanzó el 11,02%.
En los últimos tiempos, para intentar contener el alza de los precios, el Banco Central de Brasil aplicó un aumento a las tasas de interés, que se encuentran en su máximo nivel en los últimos años.
Asimismo, para enderezar una economía que se encuentra en recesión técnica y equilibrar las maltrechas cuentas públicas, el Gobierno de Dilma Rousseff decidió aplicar un severo ajuste fiscal, que incluye fuertes recortes en el gasto público y un aumento de la recaudación a través de la vía tributaria.
Pese a estas medidas, las últimas proyecciones divulgadas por el Banco Central, con base en las estimaciones de diversos analistas financieros, apuntan a que la economía se contraerá este año un 3,05% y la inflación alcanzará el 9,91%.
La meta de inflación del país a principios de año era del 4,5% anual, con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales, sin embargo, hace tiempo que el Ejecutivo considera este objetivo inalcanzable.
Brasil terminó 2014 con una inflación del 6,41%, por encima de la de 2013 (5,91%) pero por debajo del techo tolerado por el Gobierno.