El presidente del Tribunal Supremo Federal (STF) de Brasil, Ricardo Lewandowski , opinó que en su país urge una reforma política y que el número de partidos en el Congreso debería reducirse a “cuatro o cinco”, y aseguró que “todo saldrá a la superficie” en el escándalo de corrupción en Petrobras.
En una presentación ante el centro de estudios Diálogo Interamericano en Washington, el magistrado aseguró que “lo primero” que necesita su país es una “reforma política, porque esa es la madre de todas las reformas”.
“Y no es fácil, porque tenemos 32 partidos políticos. Un país democrático no suele tener más de cuatro o cinco partidos (…), y eso es suficiente, creo yo”, argumentó Lewandowski.
El juez admitió que es “muy difícil” enfocar una reforma política eficaz, pero “se debería empezar reduciendo el número de partidos políticos”, y considerar después cuestiones electorales como “el voto a listas o a personas”.
El Supremo de Brasil declaró recientemente inconstitucional la financiación de campañas electorales por parte de las empresas privadas, pero Lewandowski alegó que es necesario ir más allá.
El juez apenas se pronunció a grandes rasgos sobre la crisis política en el país, donde la oposición promueve un juicio para la destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, por irregularidades en las cuentas fiscales.
“Lo que está pasando ahora, yo diría que es una revolución, porque el poder judicial se está ocupando de investigar los escándalos”, afirmó el magistrado, que defendió vehementemente la independencia de la rama judicial en su país.
“No tengo ninguna duda de que todo saldrá a la superficie, saldrá a la luz. La investigación llegará a su fin”, aseguró respecto al caso Petrobras.
Los escándalos de corrupción en esa petrolera salpican a una veintena de empresas privadas, y también se investiga por ellos a medio centenar de políticos, entre los que figuran el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y del Senado, Renán Calheiros.
El titular del Supremo lamentó también los problemas en el sistema penitenciario de Brasil, que es “el cuarto país en el mundo en términos de población carcelaria”, con “unos 600.000 prisioneros entre los que el 40% se encuentra en fase previa al juicio”.
“Muchos esperan hasta seis meses en prisión hasta que les escucha un juez. Esto lleva a superpoblación, violencia y violaciones de derechos humanos en nuestras prisiones”, sostuvo.
En ese sentido, dijo que sería “dramático” que las cárceles ya superpobladas “se llenaran de jóvenes”, en respuesta a una pregunta sobre la posible reducción de la edad de responsabilidad penal desde los 18 a los 16 años, una propuesta de enmienda constitucional sobre la que es posible que se pronuncie el Supremo.
Lewandowski firmó este lunes con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, un memorando de entendimiento “que busca llevar a otros países la experiencia brasileña con las audiencias de custodia (prisión preventiva)”.
Ese proyecto brasileño exige que las personas detenidas por la policía sean llevadas inmediatamente ante un juez para una audiencia de prisión preventiva, en la cual el magistrado determina si deben permanecer en prisión preventiva o quedan en libertad a la espera de un juicio.