Los enfrentamientos entre pobladores y la Policía Nacional continuaron este martes por segundo día consecutivo, en la región Apurímac, en el sur de Perú, en medio de las protestas contra el proyecto minero Las Bambas, que el lunes dejaron cuatro muertos y llevaron a la declaración de emergencia (excepción) en la zona.
Un grupo de manifestantes se enfrentó a la Policía Nacional, que reaccionó lanzando bombas lacrimógenas en el distrito de Chalhuahuacho, el epicentro de las protestas, y luego se replegó hacia otros puntos del poblado en un ambiente de tensa calma.
A raíz del paro convocado por organizaciones sociales desde el pasado viernes en las provincias de Cotabambas y Grau, zona de influencia del proyecto minero Las Bambas, no hay transporte público ni comercios abiertos en Chalhuahuacho.
Un portavoz de la Dirección de Salud del Cuzco, región vecina a Apurímac pero cercana al lugar de las protestas, informó en rueda de prensa que un hombre falleció en el centro de salud de Chalhuahuacho y otros tres murieron en el trayecto hacia hospitales cuzqueños, donde han sido internados al menos 15 heridos.
Según representantes del Frente de Defensa del distrito de Tambobamba, la empresa minera chino-australiana MMG ha modificado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto para instalar las plantas de procesamiento y el sistema de transporte del mineral en Cotabambas, por lo que temen que sus tierras se vean afectadas.
El Ministerio de Energía y Minas (MEM) admitió, en un comunicado, que la empresa presentó en 2013 un Informe Técnico Sustentatorio (ITS) para la incorporación de la Planta de Molibdeno y de filtrado, y que el Ministerio concluyó que los impactos ambientales que generarían no son significativos.
Precisó que los ITS no tenían que ser informados a los pobladores, sino a las autoridades locales y provinciales lo que, sostuvo, se cumplió.
El Ministerio aseguró, además, que desde 2012 ha desarrollado con las comunidades y las autoridades tres mesas de diálogo, una en el distrito de Chalhuahuacho y dos en la provincia de Cotabambas, que han culminado con acuerdos a favor de las comunidades.
El presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, condenó, por su parte, la violencia desatada en estas protestas y dijo que Las Bambas es un proyecto sobre el cual se venía dialogando desde 2012 en Apurímac.
“Hemos venido avanzando en este importantísimo proyecto para el país” que se encuentra en el 98 % de ejecución, indicó Cateriano.
El jefe del gabinete invocó a la calma y explicó que el Gobierno decretó el estado de emergencia “para que se restablezca el orden en la zona”.
Para Cateriano, “estos actos no tienen justificación alguna” y agregó que no se puede “permitir que gente con fines políticos impida un proyecto que, hasta el momento, se ha desarrollado en condiciones normales”.
El primer ministro afirmó que se trata del proyecto minero “más importante de la historia del Perú”, con una inversión de 10.000 millones de dólares y que implicará un crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 1,4 % el próximo año.
El Defensor del Pueblo, Eduardo Vega, visitó el Hospital “Antonio Lorena” de Cuzco, donde están hospitalizados los heridos más graves tras los enfrentamientos entre los pobladores de Chalhuahuacho y la Policía Nacional.
Las Bambas es un yacimiento a cargo de un consorcio conformado por MMG, en calidad de operadora, una subsidiaria propiedad de Guoxin International Investment Co. Ltd y CITIC Metal Co. Ltd.
Según la empresa, la mina tiene reservas minerales de 6,9 millones de toneladas de cobre y 10,5 millones de toneladas de recursos minerales y se espera que produzca más de 2 millones de toneladas de cobre concentrado en sus primeros cinco años.
El yacimiento está situado a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar entre las provincias de Cotabambas y Grau y se convertirá en una de las minas de cobre más grandes del mundo una vez que alcance su nivel de producción plena.