El Tribunal Permanente de Arbitraje de la ONU ha determinado que Rusia pague a Holanda una indemnización por violar varios artículos de la Convención sobre el Derecho del Mar. Rusia apresó en 2013 el rompehielos “Arctic Sunrise” de Greenpeace con 30 tripulantes de la ONG a bordo.
En una decisión unánime del 14 de agosto publicada este lunes, la corte de La Haya considera que Rusia violó sus obligaciones con Holanda al subir sus agentes de seguridad a bordo del “Arctic Sunrise”, inspeccionarlo, detener a la tripulación e incautarse del barco sin el consentimiento previo de ese país, bajo cuya bandera navegaba la embarcación.
Las cuestiones sobre la cantidad de la indemnización y los intereses que debe pagar Moscú serán resueltas en una fase posterior de los procedimientos, indicó el tribunal.
La corte sostiene que Holanda “está en su derecho de recibir una indemnización (con intereses) por el daño material sufrido por el 'Arctic Sunrise', por el daño no material y por los costes en los que ha incurrido en conexión con la emisión de una garantía bancaria por orden del Tribunal Internacional del Mar”.
Se trata en concreto de una indemnización por los costes en los que incurrió Holanda para preparar el barco para su viaje de regreso y por los costes debido a la pérdida del uso del rompehielos durante el periodo en el que quedó inmovilizado.
También por el arresto, el procesamiento y la detención ilegales y por la fianza pagada por Holanda para la liberación de la tripulación, los gastos asociados a su encarcelamiento y los que hubo entre su liberación y su salida de Rusia.
El alto tribunal ha ordenado a Moscú que devuelva los objetos incautados del “Arctic Sunrise ” y de los 30 tripulantes que aún no ha entregado y que, si no lo hiciera con prontitud, recompense a Holanda por su valor.
El tribunal de la ONU también determinó que Rusia violó sus obligaciones para con Holanda por no haber cumplido con prontitud la orden del Tribunal Internacional del Mar, con sede en Hamburgo, del 22 de noviembre de 2013.
En esa fecha el Tribunal de Hamburgo exigió a Rusia la liberación inmediata del “Arctic Sunrise” y de los “30 del Arctic” -como son conocidos los miembros de la tripulación por Greenpeace- a cambio de una fianza de 3,6 millones de euros por parte de Holanda.
Los “30 del Arctic” fueron liberados bajo fianza el 29 de noviembre de 2013 y amnistiados por decreto de la Duma rusa con respecto a los delitos de vandalismo, después de que inicialmente fueran acusados de piratería.
Los tripulantes no rusos pudieron abandonar Rusia el 29 de diciembre, y el 6 de junio de 2014 Rusia levantó el arresto que pesaba sobre el barco.
Los tripulantes del “Arctic Sunrise” procedían de Rusia, EEUU, Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Holanda, Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía, Finlandia, Suecia y Francia.
El 1 de agosto de 2014 el barco zarpó de Múrmansk (Rusia) para regresar a Holanda y el 24 de septiembre del año pasado Moscú cerró formalmente el caso. El Tribunal Permanente de Arbitraje de la ONU igualmente decidió que Rusia, al no haber pagado los depósitos requeridos por la corte, violó otros artículos de la Convención sobre el Derecho del Mar.
Sin embargo, rechazó ordenar a Rusia que emita una disculpa formal o dé garantías de no repetición de lo sucedido.