El mayor partido de Brasil, el PMDB, apoyará la reducción de la meta de ahorro fiscal del gobierno y en última instancia aprobará las medidas de austeridad pese a las tensiones políticas. El senador Romero Juca, un líder del PMDB en la cámara alta, dijo que él “aplaude” la decisión de la presidenta Dilma Rousseff de rebajar la meta clave a fin de reconstruir la credibilidad.
Crítico de las políticas económicas de Rousseff, Juca dijo que confía en que los colegas de su partido aprobarán la legislación más adelante este año para reducir el gasto y elevar la recaudación.
“Lo hemos discutido y el PMDB apoyará esta nueva meta”, dijo Juca. “Las tensiones que vemos ahora son parte de una batalla política, pero nadie puede argumentar en contra de los números y de la realidad. Debemos revertir las cosas”.
Por su parte el vice-presidente de Brasil, Michel Temer, también del PMDB, durante una reciente incursión ante potenciales inversores y empresarios en Nueva York, dijo que de ser presidente, electo o ya sea por cambios institucionales, el ministro de hacienda y ejecutor del programa de austeridad, Joaquim Levy, sería confirmado en su cargo.
La profundización de una crisis política que afectó los lazos de Rousseff con sus aliados en el Congreso, incluyendo al PMDB, amenaza con descarrilar sus planes para restaurar la salud de las cuentas públicas e impedir que Brasil pierda el grado de inversión para su deuda.
La caída de la recaudación forzó al gobierno de Rousseff a reducir la meta de superávit primario el miércoles a 0,15% del PIB desde 1,1%. El cambio ahora debe ser ratificado por el Congreso.