La presidenta Dilma Rousseff, admitió que la economía de Brasil atraviesa un momento difícil, que llegó a calificar de “extremadamente duro” en declaraciones dadas a medios brasileños en el marco de la cumbre del foro BRICS en Rusia. El grupo de los BRICS está conformado por Brasil, Rusia, India, China y África del Sur.
“Creo que el mundo pasa por un proceso bastante delicado”, señaló Rousseff en la ciudad siberiana Ufá, que acogió la cumbre del BRICS, y apuntó que en el caso particular de Brasil se trata de “un momento extremadamente adverso”.
En sus declaraciones, difundidas por la Presidencia de Brasil, afirmó que, aunque la economía brasileña no está “con el viento a favor”, sí cuenta con “fundamentos sólidos” para retomar el rumbo del crecimiento.
Según coinciden todas las proyecciones, la economía brasileña se encogerá este año al menos un 1,2% y la inflación cerrará en torno al 9%, en un escenario de desaceleración del consumo y aumento del desempleo.
Rousseff atribuyó esa realidad adversa al impacto de la crisis internacional y aseguró que su Gobierno está adoptando las medidas necesarias para minimizar sus efectos, con iniciativas para proteger el nivel de empleo e intentar evitar una disparada de la inflación.
“Creo que Brasil va a recuperar las condiciones de competitividad y eso ya se ve en el aumento de las exportaciones” que se registra desde inicios de este año, apuntó la mandataria brasileña.
En ese marco, dijo que aprovechó la cumbre de los BRICS para promocionar la oferta exportadora de Brasil y que acordó con el primer ministro de la India, Narendra Modi, estudiar fórmulas para impulsar el comercio entre ambos países.
“Estamos trabajando para salir rápido de la crisis”, declaró la mandataria, quien reiteró que en el gobierno existe una “gran preocupación porque, de hecho, se acabó el ‘súper-ciclo’ de materias primas”, en alusión a la pronunciada caída de los precios de esos productos en los mercados internacionales.
Según Rousseff, tanto Brasil como el resto de los países de América Latina, que son en general grandes exportadores de materias primas, deberán “hacer un gran esfuerzo para diversificar sus actividades económicas”.
Con relación a Brasil, sostuvo que ya cuenta con una economía “bastante diversificada”, que “no está basada en uno, dos o tres productos”, por lo que manifestó confianza en que ese país tendrá una “rápida recuperación”.
Mientras Rousseff hacía esas declaraciones en Rusia, la oficina estatal, Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, IBGE, anunciaba que el desempleo en Brasil subió al 8,1 % en el trimestre entre marzo y mayo de este año.
En el trimestre diciembre y febrero, la tasa de desempleo fue del 7,4%, mientras que de marzo a mayo de 2014 llegó al 7%. Por tanto el número de personas desocupadas entre marzo y mayo de este año llegó a los 8,2 millones, lo que supuso un aumento del 18,4 % frente al mismo trimestre del año anterior y un alza del 10,2 % respecto al trimestre diciembre-febrero.
Por otra parte, el número de personas ocupadas fue calculado en 92,1 millones, sin una variación significativa respecto a los trimestres precedentes.