Los socialistas se anotaron el triunfo en la provincia argentina de Santa Fe, tercer distrito electoral del país, según el escrutinio definitivo dado a conocer esta semana, diez días después de una votación que arrojó un triple empate técnico en el recuento provisional. Santa Fe es actualmente un bastión del socialismo en Argentina.
Según adelantó el apoderado del bloque socialista en Santa Fe, Joaquín Blanco, Miguel Lifschitz, aspirante a gobernador del Frente Progresista Cívico y Social, se adjudicó la victoria por un escaso margen de alrededor de 1.700 votos en una provincia que acumula unos 2,5 millones de electores.
Su triunfo confirma la continuidad de los socialistas tras ocho años de gobierno en Santa Fe, uno de los distritos electorales claves del país, con casi un 8% del padrón nacional.
Blanco en declaraciones a la prensa confirmó que Lifschitz se impuso a los dos rivales con los que había quedado en empate técnico según el recuento provisional realizado el pasado 14 de junio, día de las elecciones.
Tanto el humorista Miguel del Sel, de la conservadora Propuesta Republicana (Pro), como Omar Perotti, del kirchnerista Frente para la Victoria (FpV), mantenían expectativas de alzarse vencedores ya que el margen de votos que les separaba del candidato socialista era menor que el número de mesas que habían quedado sin escrutar en el primer recuento.
Gobernada por el socialismo desde 2007, Santa Fe, en el centro de Argentina, con 3,2 millones de habitantes, es la tercera provincia más poblada del país, después de Buenos Aires y Córdoba.
Las elecciones provinciales se viven como test del clima político de Argentina, que en este 2015 atraviesa un maratoniano calendario electoral que culminará en octubre con los comicios presidenciales para elegir al sucesor de Cristina Fernández.
El domingo pasado el quinto circuito electoral, la provincia de Mendoza marcó una clara derrota del kirchnerismo ante una rara coalición de partidos opositores incluyendo los centristas Radicales y conservadores de Macri.