La Organización de Estados Americanos (OEA) renovó cuatro jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y cuatro integrantes de la Comisión (CIDH), bajo críticas de opacidad por parte organizaciones civiles.
La elección cerró la segunda y última jornada de la 45ª Asamblea General de la OEA, celebrada en Washington tras la renuncia de Haití a acoger el evento, y que sirvió de inauguración al nuevo secretario general, Luis Almagro.
Al frente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) fueron electos Enrique Gil (Colombia), Esmeralda Arosemena (Panamá), Margarette May (Jamaica) y Francisco Eguiguren (Perú).
Gil y Eguiguren obtuvieron 26 votos entre los 34 países miembros activos de la OEA, mientras que May y Arosema lograron 25, y se unirán a partir de enero a los otros tres comisionados de la CIDH, creada en 1959 y con sede en Washington.
Los nuevos comisionados cumplirán un periodo de cuatro años, con la posibilidad a una reelección.
Almagro expresó su apoyo “absoluto” a la Comisión al tiempo que subrayó su objetivo de inyectar más recursos tanto a ese órgano como a la Corte.
Pero Almagro también llamó la atención sobre la necesidad de imprimir “eficiencia” en la CIDH, que acumula un retraso de años en el procesamiento de casos.
Para la Corte, instalada desde 1979 en Costa Rica, fue reelecto Eduardo Vio Rossi (Chile) , y por primera vez ingresarán Elizabeth Odio Benito (Costa Rica) , Eugenio Raúl Zaffaroni (Argentina) y Patricio Pazmiño (Ecuador).
Pazmiño, presidente de la Corte Constitucional de Ecuador y muy criticado por organizaciones civiles de su país, recibió el apoyo casi unánime con 22 de los 23 votos posibles.
Para los magistrados, que a partir del 1 de enero cumplirán un periodo de seis años renovable una sola vez, solo votan los países que ratificaron la Convención Interamericana de Derechos Humanos, documento fundacional de la Corte.
Elizabeth Odio Benito, que fue ministra y diplomática durante varios gobiernos en Costa Rica y jueza en la Corte Penal Internacional, será la quinta mujer en la historia de la Corte hemisférica.
Empero el proceso fue objeto de críticas de más de una docena organizaciones no gubernamentales de la región, que denunciaron en una carta la falta de transparencia y participación pública en la nominación y elección -a cargo de los Estados- de los jueces y comisionados.
“Fue un retroceso brutal”, señaló Katia Salazar, directora ejecutiva de Due Process of Law Foundation, firmante de la carta. “Tiene que haber un proceso abierto participativo para poder conocer a los candidatos”, como ocurrió en la última votación hace dos años, añadió.
Los cuestionamientos también se dirigieron contra algunos candidatos, como el jurista argentino Eugenio Raúl Zaffaroni, por sus posturas críticas de los medios, pero sobre todo contra el ecuatoriano Patricio Pazmiño.
Un estudio convocado por la organización de derechos humanos Open Society Foundation desaconsejó la elección de Pazmiño, destacando sus pasados encuentros con la justicia y su condición de magistrado en ejercicio en su país, en tanto otros expertos señalaron su cercanía con el presidente Rafael Correa.
Pazmiño despejó una de esas dudas y aclaró que renunciará al tribunal ecuatoriano a fines del año: “Asumo la responsabilidad que merece toda mi dedicación y yo me dedicaré a la Corte que es para lo que me eligieron los 22 estados”, dijo a periodistas.