La sorpresiva contracción anotada en marzo por las actividades de manufacturas y de minería en Chile, sumado a un débil desempeño del consumo, mantienen bajo presión a una economía que continuaría con un modesto dinamismo en la primera mitad de este año.
El estatal Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó el miércoles que la producción manufacturera cayó un 2,8% en el tercer mes de 2015, cuando el mercado esperaba un alza del 0,7% alentada en parte por un día laboral más que en marzo del año pasado.
En el primer trimestre, la actividad manufacturera acumuló una inesperada baja del 0,7%, tras disminuir un 0,9% en el 2014.
“El desempeño de la industria manufacturera está siendo determinado principalmente por una menor demanda, tanto local como externa”, dijo un informe del Banco Santander.
La producción de cobre, principal exportación de Chile, también cayó en marzo un 2,3 por ciento, a 474.507 toneladas, afectada en buena medida por los efectos de lluvias y aluviones en el norte del país que obligaron a paralizar varias faenas.
“Las cifras sectoriales reafirman nuestra visión de lento dinamismo en actividad que perdurará durante el primer semestre, más allá de los impactos negativos ante la catástrofe en el norte para las próximas cifras de actividad económica”, dijo el economista Felipe Ruiz del banco Bci.
Los datos de consumo tampoco mostraron un repunte importante al cierre del primer trimestre. El índice de ventas reales del comercio minorista (ICVM) aumentó escasamente un 0,4% en marzo, mientras que las ventas de los supermercados subieron un 1,3% en ese mes.
“Tanto los indicadores relacionados a la oferta como a la demanda se muestran más débiles respecto al mes anterior (…) lo que dificultará aún más observar incrementos cercanos a 3,0% en materia de actividad durante el primer semestre del año”, dijo Banchile Inversiones en un informe.
Con las cifras de marzo, algunos analistas han pronosticado que la economía se expandió entre 0,5 y 1,5% el tercer mes del año, su nivel más bajo del primer trimestre. Para impulsar a la economía, el Banco Central recortó hasta el año pasado la tasa de interés referencial (TPM), para luego dejarla estable en un 3,0 por ciento ante una alta inflación.