El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, llamó este lunes a “despertar la conciencia a veces aletargada ante el drama de la pobreza”, al dar inicio a la Asamblea Plenaria de obispos, que se reúne en la localidad bonaerense de Pilar.
“El Año Santo es un tiempo oportuno para despertar la conciencia a veces aletargada ante el drama de la pobreza, del pobre, del que sufre”, resaltó el arzobispo de Santa Fe, al hacer referencia al “Año de la Misericordia” que llamó a celebrar el Papa Francisco en este 2015.
En su homilía durante la misa inaugural del encuentro de prelados, Arancedo aseguró que se trata de “un desafío para entrar más de lleno en el corazón social del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina, los preferidos del Señor”.
“Tenemos que vivir esta verdad del Evangelio con la libertad y la exigencia de una palabra, que nace en el amor de Dios y busca el bien integral del hombre”, subrayó.
Arancedo abrió así el cónclave de obispos de Argentina, en el que la Iglesia católica debatirá sobre distintos temas, incluido el Sínodo de la Familia que convocó el Papa Francisco, en medio del año electoral.
“Hay momentos de la historia, nos dice Francisco, en que estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia del Padre para ser, como Iglesia, signos eficaces de su amor y obrar”, destacó el arzobispo de Santa Fe.
En su mensaje, también señaló: “El pretender siempre y solamente justicia nos puede hacer olvidar, agrega, que ella es el primer paso necesario e indispensable; pero la Iglesia necesita ir más lejos para alcanzar una meta más alta y más significativa”.
“Desde el Evangelio hablamos del perdón y la reconciliación como expresión de ese amor misericordioso del Padre que conocimos en Jesucristo. Cuando la justicia se orienta a la reconciliación se abre al camino hacia la concordia, la fraternidad y la amistad social, tan necesarias en la vida y el futuro de toda comunidad”, sostuvo.