La presidenta argentina Cristina Fernández llegó a Panamá para asistir a la Cumbre de las Américas con una agenda de asuntos propios, marcada por la escalada en la disputa con el Reino Unido por la soberanía de islas Falklands/Malvinas. Desde Panamá el canciller Héctor Timerman anticipó que la mandataria “seguramente” planteará la cuestión Malvinas ante los jefes de Estado de América.
El jueves el gobierno argentino denunció judicialmente a cinco empresas petrolíferas por explorar “ilegalmente” en aguas de las islas Falklands/Malvinas, un territorio británico de ultramar y cuya soberanía reclama Argentina. El Ejecutivo también citó al embajador británico, John Freeman, para exigirle explicaciones por supuestas acciones de espionaje contra Argentina relacionadas con la disputa sobre las Islas, mientras que su homóloga argentina, Alicia Castro, fue convocada por el Foreign Office el miércoles.
En declaraciones a la prensa en Panamá difundidas por el gobierno argentino, Timerman dijo que Buenos Aires espera que la Justicia “condene a quien usurpa y roba lo que es parte de las riquezas naturales de la Argentina” en referencia a la exploración de petróleo en el área de Falklands/Malvinas.
“La exploración es una violación a las resoluciones de las Naciones Unidas que impiden la exploración y explotación de zonas donde hay una disputa de soberanía”, afirmó Timerman. A su juicio, “esta política de exploración es digna de un país que cree que puede imponer una práctica colonialista en cualquier lugar a pesar de estar en el siglo XXI”.
Según informó el gobierno argentino en su sitio web, durante la reunión de cancilleres en el marco de la Cumbre de las Américas el único representante que mencionó la cuestión Malvinas y el aumento de la militarización británica en el archipiélago que denuncia Argentina fue el venezolano.
Por su parte, la embajadora argentina en Londres reveló detalles de su citación por parte del secretario de la Cancillería británica, Simon Fraser.
“Al funcionario le pregunté si esto era humor británico o una paradoja política. No se puede creer que nos recriminen a nosotros, como si fuésemos aún una colonia”, dijo Alicia Castro en declaraciones radiales.
Según la embajadora, Fraser dijo que Londres “lamentaba” que la presidenta argentina, Cristina Fernández, hubiera denunciado el pasado 2 de abril, en el acto por los 33 años del inicio de la guerra de Malvinas, un incremento de la presencia militar británica en las islas.
“Me dijeron que lamentaban que Cristina anunciara el aumento de la militarización y me dijo que estaban sorprendidos por sus dichos. El funcionario me mencionó que esto ocurrió especialmente en época de elecciones”, dijo Castro.
El Gobierno británico rechaza negociar la soberanía alegando que la decisión corresponde a los malvinenses, que en un referendo de 2013 se pronunciaron abrumadoramente a favor de seguir siendo británicos.