El índice de precios de los alimentos de la FAO continuó su descenso en marzo, cayendo un 1,5 por ciento respecto a febrero y quedando un 18,7 por ciento (40 puntos) por debajo de su nivel del año anterior.
Una fuerte caída en el precio del índice del azúcar -que alcanzó su nivel más bajo desde febrero de 2009 - junto con el descenso de los precios de los aceites vegetales, cereales y carne, compensó con creces el aumento de los precios de los productos lácteos y contribuyó a hacer bajar el índice, que en marzo tuvo un promedio de 173,8 puntos.
El índice ha experimentado una tendencia a la baja desde abril de 2014.
El índice de precios del azúcar de la FAO registró un promedio 187,9 puntos en marzo, con un marcado descenso del 9,2 por ciento desde febrero. Esto se debió principalmente a las mejores perspectivas de los cultivos, pero también al continuo debilitamiento de la moneda brasileña frente al dólar EEUU, que impulsa las exportaciones.
El índice de precios de los cereales de la FAO se situó en 169,8 puntos en marzo, con un descenso del 1,1 por ciento respecto a febrero y hasta un 18,7 por ciento menos que su nivel del año anterior. La tendencia a la baja en 2015 se ha debido principalmente a la gran cantidad de suministros de exportación y el aumento de los inventarios, en particular de trigo y maíz.
El índice de precios de aceites vegetales de la FAO se situó en 151,7 puntos en marzo, casi el 3,1 por ciento por debajo del nivel de febrero y su valor más bajo desde septiembre de 2009.
El índice de precios de la carne de la FAO promedió 177 puntos en marzo, el 1 por ciento por debajo de su valor revisado de febrero, mientras que el índice de precios para los productos lácteos aumentó en marzo por segundo mes consecutivo, para llegar a 184,9 puntos, un 1,7 por ciento por encima de su valor de febrero.
Mientras tanto, la estimación de la producción de cereales para 2014 se elevó a 2 544 millones de toneladas, debido principalmente a una cosecha de maíz mayor de lo previsto en la Unión Europea, según la última nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales. Si se confirma este dato, la producción mundial de cereales en 2014 superaría el récord de 2013 en un 1 por ciento.
De cara a la temporada de 2015, se espera que la producción mundial de trigo alcance los 722 millones de toneladas en 2015, cerca del 1 por ciento por debajo de la estimación actual para 2014, debido principalmente a la reducción de las siembras en la UE. A la vez, se espera que China, la India y Pakistán tengan una cosecha cercana a los niveles récord de 2014, mientras que la producción se prevé que disminuya en la Federación de Rusia y Ucrania.
En cuanto a los cereales secundarios, está a punto de comenzar la siembra en el hemisferio norte. Sin embargo, los primeros indicios en el hemisferio sur -donde los cultivos están más avanzados- apuntan a una disminución de la producción de 2015 respecto a los elevados niveles del año pasado. En particular, se espera una notable caída de la producción de maíz en Sudáfrica -un 33 por ciento-, tras el grave déficit de lluvias a principios de este año.
Las perspectivas de producción de arroz para 2015 son en general positivas en los países del hemisferio sur, con aumentos importantes previstos en Indonesia y Sri Lanka en Asia y Colombia y Paraguay en América del Sur. En Australia, se prevé oficialmente que la producción caiga un 18 por ciento, lo que refleja una persistente escasez de agua de riego.
El pronóstico de la FAO para la utilización mundial de cereales en 2014/15 se ha aumentado en casi 17 millones de toneladas respecto a marzo, quedando en 2 493 millones de toneladas. El aumento se debe en gran medida las revisiones retrospectivas en China y la India.
El pronóstico de las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas agrícolas que terminan en 2015 se ha revisado igualmente al alza desde el informe del mes pasado, y ahora se sitúa en 645 millones de toneladas. El incremento se debe principalmente a revisiones al alza de las existencias de trigo y maíz en China.
En base a las actuales previsiones de existencias y uso de cereales, se espera que el coeficiente existencias-utilización llegue al 25,9 por ciento en 2014/15, su valor más alto desde 2001/02