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Parlamento europeo aprobó nueva condena a Venezuela: embajador la llama “fascista”

Lunes, 16 de marzo de 2015 - 11:48 UTC
La resolución llama al régimen de Maduro a dejar de “perseguir y reprimir políticamente a la oposición democrática y de violar las libertades de expresión y de manifestación” La resolución llama al régimen de Maduro a dejar de “perseguir y reprimir políticamente a la oposición democrática y de violar las libertades de expresión y de manifestación”
A pesar del apoyo de todo el espectro político democrático de Europa, el embajador de Venezuela ante la UE, Antonio García, dijo que era una acción de los “fascistas”. A pesar del apoyo de todo el espectro político democrático de Europa, el embajador de Venezuela ante la UE, Antonio García, dijo que era una acción de los “fascistas”.

El Parlamento Europeo aprobó este fin de semana una nueva resolución de condena contra el gobierno de Venezuela por la “represión”, la “violación de las libertades” y la “censura de los medios de comunicación”, mientras la Presidencia del Parlasur respaldó al gobierno chavista ante la sanción de siete de sus funcionarios por parte de EE.UU., acusados precisamente de violaciones a los derechos humanos.

 El texto, en el que los eurodiputados expresan su “profunda preocupación” por la situación política en Venezuela, fue aprobado por 384 votos a favor y 75 en contra. Se trata de la novena resolución sobre Venezuela votada en la Euro/cámara desde 2007.

La resolución insta al gobierno de Nicolás Maduro a que deje de “perseguir y reprimir políticamente a la oposición democrática y de violar las libertades de expresión y de manifestación”. Reclama además que Caracas “ponga fin a la censura de los medios de comunicación”.

El texto vuelve a temas tratados durante el debate parlamentario del 25 de febrero en Bruselas, cuando se modificó la agenda de la Euro/cámara para introducir un debate sobre Venezuela, unos días después de la detención del alcalde de Caracas Antonio Ledezma.

Los diputados piden que se “libere inmediatamente” a Ledezma, así como a los opositores Leopoldo López y Daniel Ceballos, “y todos los manifestantes pacíficos, estudiantes y líderes opositores detenidos arbitrariamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión y sus derechos fundamentales”.

Los diputados también piden a la oposición, y a “todos los estamentos de la sociedad venezolana”, que “mantengan la calma” tanto en sus declaraciones como en las acciones que emprendan por miedo a que “nuevas protestas desemboquen en nuevos actos violentos” y “ahonden” la zanja entre el gobierno y la oposición.

La resolución, apoyada por socialistas, conservadores y liberales, pide que el gobierno venezolano revoque la resolución que permite el uso de la fuerza “potencialmente mortal” contra el pueblo en las manifestaciones.

A pesar del apoyo de todo el espectro político democrático de Europa, el embajador de Venezuela ante la Unión Europea, Antonio García, dijo que era una acción de los “fascistas”.

La resolución “representa una injerencia en los asuntos internos de Venezuela, la derecha y extrema derecha son los patrocinadores de esta y todas las otras resoluciones”, afirmó señalando que se plegaba a “dictámenes que impone el imperialismo de EE.UU.”.

Esta semana la administración de Barack Obama impuso sanciones contra siete funcionarios venezolanos (negación de visa y bloqueo de cuentas bancarias), acusados de violaciones a los derechos humanos. Esto fue rechazado por los aliados de Caracas en el continente sudamericano.

Asimismo, la Presidencia del Parlamento del Mercado Común del Sur (Parlasur), con sede en Montevideo, expresó su “más enérgico y categórico rechazo” a las sanciones aprobadas por Estados Unidos contra los funcionarios chavistas.

La Presidencia del Parlasur, encabezada por el venezolano Saúl Ortega, expresó en un comunicado su más “enérgico y categórico” rechazo a dichas medidas, por representar “una amenaza real de agresión a la soberanía, la paz y la estabilidad democrática de este país suramericano y por ende del Mercosur”.

En este contexto, hace un llamado a los presidentes y jefes de Estado del Mercosur, a “rechazar y condenar” esta situación, y a los “pueblos del mundo” a “condenar y rechazar estas prácticas imperialistas”