El territorio bajo dominio del Reino Unido, cuya posesión reclama la Argentina, puede ser una nación independiente cuando la población lo decida y la economía sea sustentable, opina el gobernador Colin Roberts.
De territorio británico en ultramar a nación independiente y soberana. Este es un escenario completamente posible en los próximos 50 años para las islas Falkland (Malvinas), según el gobernador de estas tierras, Colin Roberts, con quien un grupo de paraguayos, integrado por quien suscribe esta página, pudo conversar en Puerto Stanley, capital del archipiélago, situado en el Atlántico Sur. El futuro dependerá de la gente, no puedo especular, pero estas islas seguirán desarrollándose y serán capaz de convertirse en un país independiente, reflexionó.
El salto dependerá de la consistencia de su economía, un punto central que está sujeto a la futura producción de petróleo, reconoce también el gobernador.
Aunque en la actualidad la población de 3 mil habitantes ya goza de autonomía económica, gracias a lo que reportan las licencias de pesca en sus aguas territoriales, la exportación de carne ovina y lana a Europa, y el ecoturismo, que atrae entre 40 a 60 mil turistas al año. Para el gobernador, que es el representante del Reino Unido en Falkland, el proceso hacia la independencia de las islas avanzará por encima del reclamo que realiza la Argentina sobre el archipiélago.
Un reclamo que para los isleños y para Gran Bretaña ya no tiene fundamento tras 149 años de administración británica ininterrumpida, la derrota que sufrió el país sudamericano en la denominada Guerra de las Malvinas (1982) y porque ya hubo hasta nueve generaciones de isleños en Falkland.
Ante el temor de una nueva invasión y ocupación argentina, los pobladores prefieren mantener el estatuto de territorio británico de ultramar, mientras forjan su desarrollo y robustecen su economía.
Con una población más numerosa y una economía sustentable, el camino a la independencia está entre las variables que el propio gobernador observa.
Hoy, las Falkland/Malvinas, conformadas por un conjunto de 752 islas, islotes y arrecifes situados en el Atlántico Sur, a 560 km del continente sudamericano, confían solo la defensa y las relaciones diplomáticas al Reino Unido. Así lo explicaron Ian Hansen y Roger Edwards, dos de los 8 miembros de la Asamblea Legislativa que gobierna las Islas y cuyos integrantes se renuevan cada 4 años por votación popular de los isleños.
El gobernador Roberts llegó hace poco más de un año a las islas. Desde la finalización de la Guerra de las Malvinas, el Reino Unido se ocupó de enviar para este cargo a diplomáticos profesionales, y también a prestar todo su apoyo a los Isleños que, antes del 82, eran 1.800, tenían un futuro incierto, gran parte se dedicaba a la cría de ovejas y a la pesca, y algunos se preparaban para marcharse.
Hoy, el producto interno bruto de Falkland/Malvinas es de 200 millones de libras (USD 307 millones).
El gobernador descarta cualquier diálogo con la Argentina, a la que acusa de ejercer bullying diplomático. De hecho, dice que solo cuando el vecino país adopte una actitud más civilizada podrían volver a conversar, particularmente para cooperar científicamente y con recursos en la conservación de las ricas especies marinas que existen en las aguas cercanas de las Islas.
Si quiere colaborar como Estado civilizado, podría ser bienvenida, expresó con relación a la Argentina.
Roberts enumeró las mentiras que propala el país sudamericano al decir que Gran Bretaña tiene una base nuclear en las Islas, o que en estas se prohíbe hablar español, que los Isleños explotarán petróleo de un territorio que no les pertenece, etc.
A criterio del gobernador, ”la mentira más grande es que los Isleños no son un pueblo y que no tienen derecho a su autodeterminación.
Por Susana Ovideo enviada especial a Falklands/Malvinas
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