Argentina acusó este jueves nuevamente al juez neoyorquino Thomas Griesa y al mediador designado por el magistrado, Daniel Pollack de favorecer a los fondos de inversión a través de una maniobra mediática en la que el special master busca instalar que Argentina no quiere negociar.
En un parte de prensa, el Ministerio de Economía que conduce Axel Kicillof señaló que en el día de hoy el mediador designado por el juez Griesa, el señor Daniel Pollack, ha publicado de manera intempestiva e inconsulta con la República Argentina un comunicado de prensa con el inocultable propósito de favorecer, nuevamente, a los fondos buitre.
En el mismo ha informado que el pasado 30 de enero comunicó al estudio de abogados de Argentina que el fondo NML Capital, del Sr. Singer, quería negociar con la República sin pre-condiciones y sin pagos en efectivo, en el despacho de Pollack, sostiene Economía, tras lo cual asegura que Pollack omitió señalar en su comunicado que existen cláusulas de confidencialidad respecto a las discusiones que se entablen en ese seno y que los abogados que representan al país transmitieron que la propuesta estaba en consideración.
Dos semanas después del primer llamado, Pollack, impaciente, acusa públicamente a la Argentina de no responder a la invitación, con el claro propósito de demostrar que Argentina no quiere negociar y los fondos buitre sí. ¿Dónde está la confidencialidad que usted mismo solicitó, Sr. Pollack? ¿Dónde está su imparcialidad como mediador?, cita el comunicado de Hacienda.
Y denuncia que revela una vez más el modus operandi del juzgado de Griesa. Si Argentina accedía a negociar en secreto, ¿cuánto tardaría en filtrarse la información a los medios locales e internacionales para perjudicar al gobierno? Si Pollack no aguantó ni dos semanas antes de revelar su secreta propuesta acusando al gobierno argentino, lanza la misiva.
Más temprano este jueves Pollack comunicó que Argentina no ha respondido a una invitación para seguir buscando una solución.
Pollack informó del estado de la negociación después de que el 31 de diciembre venciera una cláusula incluida en los contratos de canje de deuda que impedía a Argentina pagar a los demandantes en mejores condiciones que a quienes aceptaron la reprogramación.
Esa cláusula, conocida por sus siglas en inglés, RUFO (Derechos sobre Futuras Ofertas), fue utilizada por Argentina como razón que justificaba su “incapacidad para negociar” hasta que venciera, dijo Pollack en un breve comunicado.
Después de que expirara, el mayor fondo de inversión que reclama a Argentina, NML, apoyado por otros, invitó al Gobierno, a través de Pollack, para volver a la mesa de negociaciones y retomar las conversaciones que se suspendieron el año pasado.
La invitación, agrega el mediador, fue hecha “sin precondiciones” y ofrecía llegar a un acuerdo “sin ningún tipo de pago en efectivo”, a la espera de que se negociaran los detalles.
Pollack informó de que el pasado 30 de enero cursó esa invitación a los abogados que defienden en Nueva York al Gobierno de Argentina, e hizo un seguimiento a esa gestión en las dos semanas posteriores.
“El Gobierno de Argentina no ha aceptado ni ha respondido de ninguna otra forma a la invitación de los tenedores de bonos”, dice el comunicado de Pollack, que sostiene que da cuenta de estos hechos a petición del tribunal que lo designó como mediador.
La nota se cierra en esos términos y no anticipa qué otros pasos puede dar Pollack teniendo en cuenta que una de las partes no parece dispuesta, de momento, a aceptar la invitación de los fondos de inversión para seguir negociando.
El próximo 3 de marzo está convocada una nueva vista judicial en el litigio.
Los fondos especulativos reclaman a Argentina el abono de títulos de deuda que entraron en cese de pagos a raíz de la crisis de 2001. Un fallo aprobado por Griesa obligó a Argentina a pagar a los fondos especulativos 1.330 millones de dólares, más intereses, por bonos que no entraron en dos programas de reestructuración de deuda aprobados acordados en 2005 y 2010.