El canciller uruguayo Luis Almagro, único candidato a secretario general de la OEA, prometió este miércoles buscar un camino “viable y consensual” para el reintegro efectivo de Cuba al organismo, si es electo en el cargo el 18 de marzo.
Almagro saludó la reincorporación en 2009 de Cuba a la OEA, de donde la isla había sido suspendida en 1963, pero recordó que “aún resta su reingreso efectivo” al ente regional.
“Para ello, considero que deberíamos encontrar la forma viable y consensual para que así suceda, y Cuba pueda enriquecer con sus aportes” a la OEA, añadió durante un discurso ante el Consejo Permanente de la organización en Washington.
Según el canciller uruguayo, el anuncio histórico de Washington y La Habana para iniciar el restablecimiento de relaciones diplomáticas, y la esperada presencia del presidente cubano Raúl Castro en la venidera Cumbre de las Américas, en abril próximo, crean un “contexto favorable” para el regreso de Cuba a la OEA.
Almagro, un abogado de 51 años, es el único aspirante en liza para suceder al secretario general José Miguel Insulza, tras el retiro de las candidaturas del ex-vicepresidente guatemalteco Eduardo Stein y el jurista peruano Diego García Sayán.
Confiado de su inminente elección en la votación a realizarse el 18 de marzo, el canciller apuntó que no aspiraría a la reelección tras el periodo de cinco años, alegando la alternancia y la posibilidad de que los países del Caribe o Centroamérica eventualmente ocupen por primera vez el cargo de máximo liderazgo en la OEA.
Durante más de tres horas, Almagro presentó su plan de acción y respondió inquietudes de los embajadores de los 34 países activos en la OEA. “Juntos podemos darle a la OEA una credibilidad que hoy todos reclaman”, señaló.
“La OEA del siglo XXI debe ser global, salir al mundo, relacionarse con países y entornos estratégicos, con organismos multilaterales globales y regionales” , señaló, llamando a construir una organización “eficiente”.
“En 2015 deberíamos dejar atrás definitivamente la OEA de la Guerra Fría”, apuntó.
Sobre un escenario regional que ha visto en los últimos años tras la creación de otros entes como la CELAC y UNASUR, Almagro señaló que la OEA debe volver “a ser el foro político regional” pero “tiene que adaptarse a las nuevas realidades continentales”.
Los otros organismos regionales “no deben ser vistas como ejercicios competitivos o antagónicos, sino complementarios”, apuntó. Según el canciller uruguayo, la OEA enfrenta desafíos para promover la democracia, los derechos humanos, el desarrollo y la seguridad en América.
Llamó a “fortalecer la independencia” de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y crear un sistema regional de prevención de conflictos sociales relacionados con proyectos mineros o productivos de impacto en comunidades locales.
“Allí donde hay problemas, la OEA debe facilitar su solución, no radicalizarnos. Seremos facilitadores de soluciones a la medida de los países miembros”, añadió.
Almagro prometió poner su atención a los problemas de la trata de personas y la violencia relativa al tráfico de drogas con enfoques alternativos.
Llamó a desmotivar la criminalización de la migración irregular en la región, un tema especialmente relevante en México y Centroamérica, donde millones de personas intentan llegar a Estados Unidos. Además, promovió la creación de un fondo de contingencia para desastres naturales con énfasis en el Caribe y Centroamérica, y un fondo de interconectividad tecnológica en el Caribe.
Pero también pidió proteger la “sustentabilidad financiera” de la OEA, asomando que la reestructuración de algunos gastos pueda ser necesaria.
El discurso marca la recta final de la campaña para suceder a Insulza, abogado chileno de 71 años, quien finalizará su mandato oficialmente el 25 de mayo de 2015, luego de cumplir dos periodos de cinco años.
Almagro, que recibió palabras de apoyo y aliento de varios embajadores durante la presentación, ya obtuvo el patrocinio oficial de Brasil, Paraguay, Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Belice, Surinam, y San Cristóbal y Nieves.