El gobierno argentino afirmó que la oposición hace acusaciones sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman del caso AMIA sin aportar pruebas y para “generar zozobra”, ante el anuncio de dos legisladores opositores de que denunciaran a la presidenta.
En declaraciones a los medios, el secretario general de Presidencia, Aníbal Fernández, sostuvo que “hay que tomar en chiste” la denuncia que tienen previsto presentar los diputados opositores Elisa Carrió y Fernando Sánchez (Coalición Cívica ARI).
La denuncia alcanza también al propio Aníbal Fernández, al jefe del Ejército, César Milani, y a la procuradora general (jefa de los fiscales), Alejandra Gils Carbó, según anunciaron los diputados en un comunicado.
“Está sucia como una papa”, reaccionó el secretario de Presidencia en referencia a Carrió.
Sánchez y Carrió acusan al Gobierno de encubrir lo que ellos dan por sentado que es un “crimen”, en relación a la muerte de Nisman, de hacer inteligencia ilegal, de intromisiones graves en el desempeño del Poder Judicial y de asociación ilícita para la comisión de estos delitos, entre otros.
Alberto Nisman, que investigaba un atentado contra una organización mutual judía en Buenos Aires que causó 85 muertos y 300 heridos en 1994, murió de un tiro en la cabeza en su vivienda, el pasado 18 de enero, cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina por presunto encubrimiento de los iraníes sospechosos de ser los autores de ese acto terrorista.
Las circunstancias de la muerte aún no se han aclarado pese a que la investigación, plagada de confusiones y contradicciones, apunta a que el disparo que lo mató se realizó a no más de un centímetro con el arma encontrada junto a su cadáver.
El único imputado hasta ahora es Diego Lagomarsino, el informático que trabajaba con Nisman y que le entregó el arma que acabó con su vida.
“Debe tener pruebas para demostrar que hay un asesinato. Habría que pedir que esas pruebas fueran aportadas”, insistió Aníbal Fernández, quien acusó a la oposición de “generar zozobra en la sociedad”.