Los griegos rechazaron la política de austeridad impuesta por la Unión Europea (UE) al otorgar una amplia ventaja al partido de izquierda radical Syriza, conducido por Alexis Tsipras, en las elecciones legislativas anticipadas del domingo.
En línea con lo que anticipaban las encuestas, Syriza se impuso con el 36% de los votos, sobre el partido gobernante Nueva Democracia, del primer ministro conservador, Andonis Samaras, según arrojan los votos escrutados, casi el 75% del total.
Así, el partido de izquierda estaría a sólo dos escaños de los 151 que necesitaría para gozar de la mayoría absoluta. En total, siete partidos entrarían en el parlamento.
Según los datos parciales oficiales, el oficialismo obtuvo el 28,1% de los votos (77 bancas), mientras que el partido neonazi Aurora Dorada se ubicaba en tercer lugar con 6,3% de votos y 17 escaños (uno menos que en 2012), por delante del To Potami (El Río), nuevo partido de centro izquierda, que conseguía 5,9% de sufragios y 16 bancas.
Esos 16 escaños serán el centro de las negociaciones de las dos primeras fuerzas, si no se alcanza la mayoría absoluta, que garantizaría la elección de un presidente.
El sistema electoral griego prevé una bonificación de 50 escaños para el ganador de las elecciones parlamentarias: 250 de los 300 escaños del Parlamento se reparten de forma proporcional, pero el partido más votado recibe un suplemento de medio centenar de diputados.
Hoy hicimos historia, afirmó exultante, Alexis Tsipras en su discurso por el triunfo de Syriza, y afirmó además que Grecia ha dejado atrás la desastrosa austeridad con su elección.
Ciudadanos de Atenas, Grecia hoy dio vuelta la página, volvió la esperanza, la dignidad, el optimismo, dijo el líder de Syriza ante miles de personas frente a la universidad de Atenas. Crearemos un gobierno para todos los griegos y todas las griegas, agregó.
El veredicto de nuestro pueblo significa que se acabó la troika, en alusión a los principales acreedores del país, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, añadió Tsipras, de 40 años. Además, anunció su intención de negociar con los acreedores del país una nueva solución viable para Grecia y Europa por su abultada deuda que supone el 175% del Producto Interno Bruto.
El líder de Syriza dijo que entre sus objetivos está lograr un equilibrio en el presupuesto y presentar un programa propio para la consolidación del país, altamente endeudado.
Samaras felicitó en la noche de hoy al líder de la alianza de izquierda Syriza por su victoria electoral y reconoció a su vez la derrota de su agrupación, informó el partido Nueva Democracia.
El primer ministro dijo que los griegos se han manifestado a través de las urnas y que el país respeta esa decisión. Además, agregó que su gobierno tuvo que tomas decisiones difíciles y ha cometido errores, pero afirmó tener la conciencia tranquila.
Los socios europeos de Grecia, preocupados por la intención de Syriza de renegociar la enorme deuda griega y de desafiar los programas de austeridad impuestos por Bruselas, siguieron muy de cerca estos comicios legislativos.
En Europa, las otras formaciones de izquierda radical, como Podemos en España, se beneficiarán de la victoria de sus homólogos griegos.
Antes del cierre de la votación, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo en la ciudad española de Valencia: ¡Comienza la esperanza, termina el miedo! Syriza, Podemos, ¡venceremos!”.
Durante la campaña, Alexis Tsipras anunció la adopción de medidas inmediatas, como un aumento del salario mínimo de 580 a 751 euros, si lograba formar gobierno, y advirtió de que no se contentaría con una simple reestructuración de la deuda, que alcanza el 175% del PBI griego (más de 300.000 millones de euros).
Así, el líder de Syriza busca una importante reducción de esta deuda, en la línea de las concesiones acordadas a Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. Este anuncio preocupa a los mercados financieros, a pesar de que ni Tsipras ni nadie quiere una salida de Grecia de la zona euro.
Aunque Tsipras moderó últimamente la retórica anti austeridad y anti UE, los inversores temen que Grecia termine saliendo de la eurozona.