Las altas tasas de crecimiento de Latinoamérica de los primeros años del siglo no es “sostenible”, destacó el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard.
El organismo presentó en Pekín su nuevo informe Perspectivas Económicas Globales, en el que América Latina ha visto reducida sus previsiones de crecimiento hasta el 1,3% en 2015, nueve décimas menos que en octubre, y hasta el 2,3% en 2016, cinco décimas menos.
“Es cierto que hemos reducido bastante las previsiones para Latinoamérica y el factor común es la bajada de las materias primas”, dijo Blanchard en la presentación del FMI, que sitúa a EEUU como la única gran economía en medio de la debilidad global, en la que, además de América Latina, Japón, la zona Euro e incluso China también sufren una ralentización de su crecimiento.
EEUU parece consolidar finalmente su recuperación, según el FMI, que elevó sus proyecciones a un 3,6% para este año y el 3,3% en el próximo, cinco y tres décimas más, respectivamente, que en octubre.
Latinoamérica, por su parte, es una de las regiones emergentes más perjudicadas por el frenazo global. Para Blanchard, los efectos de la bajada de los productos básicos que empezó en 2011 se están viendo ahora sobre las proyecciones económicas de la región.
“Los países ahora se están dando cuenta de qué parte del crecimiento venía realmente de los altos productos básicos”, destacó el economista, quien aseguró que “estamos en un proceso de aprendizaje”, y resaltó ”estamos aprendiendo que el alto crecimiento de principios del 2000 no es sostenible”.
El frenazo de Brasil es especialmente pronunciado, con una proyección de un crecimiento del PIB de apenas el 0,3% para 2015, 1,1 puntos porcentuales menos que lo previsto en octubre.
“Nuestras previsiones están realizadas en base a la segunda mitad del 2014, y la actividad entonces fue bastante débil, sobre todo, en inversión”, explicó, por su parte, Gian Maria Milesi-Ferretti, subdirector de investigación del FMI.
Subrayó que ciertas situaciones no habían ayudado, como la incertidumbre de las elecciones o la investigación de Petrobras, que afectó a los planes inversores.
Milesi-Ferretti también hizo alusión a la política monetaria impulsada en el país para combatir la presión inflacionaria, así como, de nuevo, los efectos de los productos básicos.
México, la otra gran economía regional, mantiene un ritmo de crecimiento más sólido del 3,2 % para 2015, aunque también supone una rebaja de tres décimas con respecto a los anteriores cálculos del FMI.