Los Estados Unidos implementará a partir del viernes nuevas regulaciones que facilitarán los viajes y el comercio de estadounidenses hacia Cuba, en el marco del histórico acercamiento diplomático entre ambos países, anunció este jueves el Departamento del Tesoro.
El anuncio nos pone un paso más cerca de reemplazar políticas obsoletas que no funcionaban y establecer una política que ayude a promover las libertades económicas y políticas para el pueblo cubano, dijo el secretario del Tesoro, Jacob Lew.
El nuevo marco normativo reduce los requisitos para viajar a Cuba, y los turistas estadounidenses podrán usar a partir de ahora sus tarjetas de débito o crédito en la isla.
Los viajeros podrán salir de Cuba con hasta 400 dólares en productos personales, incluyendo no más de 100 dólares en licores o tabaco. Por otro lado, el monto de las remesas que los cubanos reciben de sus familiares en los Estados Unidos se aumentará de 500 a 2.000 dólares por trimestre.
Las nuevas medidas están enmarcadas en los cambios económicos anunciados en noviembre por el presidente Barack Obama.
Los Estados Unidos y Cuba sorprendieron al mundo el 17 de diciembre al anunciar que dejaban atrás medio siglo de enfrentamientos para iniciar conversaciones para la normalización plena de las relaciones diplomáticas.
El acuerdo fue sellado definitivamente con una histórica conversación telefónica de casi una hora entre Obama y el líder cubano Raúl Castro.
Esta semana EE.UU. confirmó que Cuba había liberado a 53 prisioneros políticos tal cual se había acordado con las autoridades cubanas.
La primera ronda de negociaciones para iniciar el proceso de normalización de las relaciones diplomáticas ocurrirá en La Habana el 21 y 22 de enero. La delegación estadounidense estará encabezada por la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, sostuvo que la medida servirá para facilitar la creciente relación entre los dos países.
Estos cambios también permitirán inmediatamente a los estadounidenses ofrecer medios para impulsar a la población cubana a volverse menos dependiente de la economía estatal, apuntó Earnest en una nota oficial.