El próximo número del semanario satírico francés “Charlie Hebdo”, que el miércoles saldrá a la venta por primera vez tras el atentado, tendrá una tirada de tres millones de ejemplares, dos millones más que los previstos inicialmente. La ampliación, según recogieron los medios franceses, responde a la avalancha de pedidos recibidos tanto en Francia como desde el extranjero.
“Tendrá una difusión excepcional como gesto de vida y de supervivencia”, dijo hoy en la cadena “BFM TV” el abogado del semanario, Richard Malka, mientras que el redactor jefe, Gérard Biard, explicó también en los medios que no quieren hacer un “número necrológico”.
Francia en tanto continúa en estado de emergencia y ante las nuevas amenazas de Al Qaeda decidió movilizar a más de 10.000 soldados por todo el país en el marco de una ofensiva contra el terror, un capítulo que nadie da por cerrado.
Según fuentes policiales, “hasta seis” pueden ser los terroristas ligados a la célula yihadista aún en marcha: uno de ellos habría sido visto en la conducción de un mini Cooper registrado a nombre de Hayat Boumeddiene, la compañera del atacante Amedy Coulibaly.
El temor, en tanto, sigue sintiéndose en la población, por lo que los padres de muchos niños decidieron no enviar a sus hijos a la escuela, principalmente aquellos de judíos. Para un total de 717 instituciones israelitas existentes en el país, el gobierno desplegará 4.700 policías para su protección.
Justamente el lunes por la tarde nuevas amenazas de Al Qaeda hicieron aumentar la tensión. “Mientras los soldados (franceses) ocupen países como Mali o Centroáfrica y bombardeen a nuestra gente en Siria y en Irak, mientras su estúpida prensa continúe ofendiendo al Profeta, Francia se someterá a lo peor”, amenazó Al Qaeda en el Magrhreb islámico (Aqmi) en un mensaje publicado en los portales yihadistas y levantadas por medios de prensa franceses.
Es hora de los interrogativos, de las polémicas, de la toma de distancia y de la aplicación de nuevas estrategias de seguridad. Pero es aún tiempo de protegerse en la Francia golpeada en el corazón, y el primer ministro, Manuel Valls, que por años fue ministro del Interior, así lo explicó.
“El plan Vigipirate quedará en vigor en su nivel más alto”, resaltó Vals, refiriéndose al dispositivo normativo que plantea la protección del territorio y de los ciudadanos en caso de riesgos.
Quedarán las patrullas frente a los edificios públicos, a las escuelas y sobre todo frente a los periódicos, que se continúan considerando en la mira del terrorismo.
El gobierno, lejos de desmovilizarse, desplegará 10.000 militares más para proteger a “todas las instituciones que puedan ser objetivo de ataques, en particular las sinagogas, las escuelas confesionales judías pero también las mezquitas”, que se elevaron a 50 los actos anti-islámicos después del ataque a la revista satírica Charlie Hebdo, donde murieron 12 personas.
Desde EE.UU. se informó que el gobierno decidió reforzar su seguridad en edificios gubernamentales y aeropuertos tras los atentados en Francia.
Los recientes acontecimientos mundiales exigen una mayor vigilancia en la seguridad interior ” , dijo el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Jeh Johnson, que en un comunicado detalla las decisiones que han tomado su departamento y las agencias de seguridad e inteligencia del país.
Lo primero que han decidido, dijo, es incrementar la presencia en los edificios gubernamentales de los agentes del Servicio Federal de Protección (FPS) , que desde octubre ya habían reforzado su presencia en edificios de Washington, D.C. y otras ciudades.
Ahora los agentes federales se desplegarán en una lista mayor de ciudades a lo largo del país, que será continuamente revaluada.
La segunda medida de Estados Unidos se dirige a fortalecer la seguridad en los aeropuertos que reciben vuelos internacionales directos, cuyos controles ya fueron reforzados en julio.
El comunicado detalla que, en tercer lugar, el DHS, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Centro Nacional de Contraterrorismo (NCTC) han entregado a las autoridades estatales y locales boletines donde les advierten de posibles amenazas.
En el ámbito internacional y como cuarta medida, EE.UU. se ha comprometido a continuar intercambiando con Francia y con otros países aliados información sobre amenazas terroristas o individuos que están bajo sospecha.