En una carta al Wall Street Journal desde la prisión donde es retenido por el régimen de Maduro equipara el silencio a la complicidad
El dirigente de la oposición venezolana Leopoldo López advirtió el viernes en el diario estadounidense The Wall Street Journal que su país está al borde del colapso y pidió que se involucre a Latinoamérica para proteger los derechos humanos en su país.
Permanecer en silencio es ser cómplice de un desastre que no solo impacta a Venezuela, sino que puede tener implicaciones por todo el hemisferio, dijo López en un artículo de opinión que titula Carta desde una cárcel venezolana.
López está preso desde el pasado 18 de febrero en un penal militar a las afueras de Caracas, acusado de fomentar las manifestaciones que se saldaron con tres muertos y decenas de heridos y que desencadenaron una ola de protestas gubernamentales.
El artículo, que ocupa la cuarta parte de la primera página de opinión del diario neoyorquino, describe los ataques contra los derechos fundamentales en su país, las carencias que sufren sus ciudadanos y la falta de seguridad que se vive en las calles. Los derechos están racionados como si fueran bienes escasos para comerciar con ellos por otros medios de subsistencia: puedes tener empleo si renuncias a la libertad de expresión, dijo López.
Mi país, Venezuela, está al borde del colapso social y económico, sostuvo el político, en un desastre a cámara lenta del que es responsable la hostilidad del gobierno autoritario hacia los derechos humanos y el estado de derecho y hacia las instituciones que los protegen. El artículo está fechado en Los Teques, donde está recluido el dirigente de la oposición, que se considera uno de los ”prisioneros políticos (...) que están encerrados a causa de sus palabras y sus ideas.
Acusa al presidente Nicolás Maduro de llevar a un nivel más bajo que su predecesor, Hugo Chávez, los ataques contra los derechos humanos y de las angustias económicas que sufre el país. Con una inflación rampante que supera el 60 %, Venezuela, agregó, sufre una carencia en productos de primera necesidad y una ola de violencia que ha colocado al país en el índice de asesinatos en el segundo lugar en el mundo, detrás de Honduras.
Pide a organizaciones como la Unasur y el Mercosur que dejen de mantenerse al margen” de esta situación y sostiene que, junto con países como Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Argentina, se involucren más para proteger los derechos de Venezuela.