Las sanciones occidentales contra Rusia por la crisis ucraniana suponen para la economía pérdidas de 40.000 millones de dólares anuales, declaró el ministro de Finanzas de Rusia, Anton Siluanov.
Además, la caída de los precios del petróleo en un 30% produce pérdidas anuales de entre 90.000 y 100.000 millones de dólares, dijo el titular de Finanzas, citado por las agencias locales.
Siluanov hizo esta valoración en un foro celebrado de la Academia de Finanzas adjunta al Gobierno de la Federación Rusa.
El sábado, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, declaró que las sanciones occidentales contra Rusia buscan cambiar el régimen en el país y no que el Kremlin modifique su política.
Explicó que, con anterioridad, las sanciones contra los países se formulaban de manera tal que no dañasen el ámbito social, la economía, a fin de que afectasen a la elite de manera selectiva.
Ahora todo es al revés. Los líderes de los países occidentales declaran públicamente que las sanciones deben ser tales que destruyan la economía y provoquen protestas populares, afirmó Lavrov.
Tras la anexión, en marzo pasado, de la península ucraniana de Crimea por Rusia, la Unión Europea (UE), Estados Unidos, Canadá y otros países adoptaron una serie de sanciones contra Moscú, las que han sido endurecidas progresivamente tras el estallido de la sublevación armada pro-rusa en el este de Ucrania.
A fines de julio, la UE acordó restringir el acceso a los mercados de capitales europeos para los bancos públicos rusos, un embargo de armas, la prohibición de exportar a Rusia bienes de uso dual y un veto a las exportaciones de equipamiento para el sector petrolero.
En respuesta, Rusia prohibió las importaciones de alimentos de los países de la Unión Europea.