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Recomendaciones de Cepal para convergencia de Alianza del Pacífico con Mercosur

Martes, 25 de noviembre de 2014 - 08:09 UTC
La Alianza del Pacífico y Mercosur representan combinados más de 80% del comercio exterior regional, así como de su población La Alianza del Pacífico y Mercosur representan combinados más de 80% del comercio exterior regional, así como de su población

La Alianza del Pacífico (AP) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) representan combinados más de 80% del comercio exterior regional, así como de su población, y más de 90% de su producto interno bruto (PIB) y de sus flujos de inversión extranjera directa, según un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

 El documento “La Alianza del Pacífico y el Mercosur. Hacia la convergencia en la diversidad” fue presentado este lunes a los gobiernos del continente como contribución al seminario Diálogo sobre la Integración Regional: la Alianza del Pacífico y el Mercosur, que se desarrolla en Santiago de Chile bajo la organización del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.

El informe destaca que ambas agrupaciones cuentan entre sus miembros a las siete mayores economías de América Latina y el Caribe, según tamaño de su PIB (en 2013, en orden decreciente): Brasil, México, Argentina, Colombia, Venezuela, Chile y Perú. La Alianza del Pacífico (AP) está compuesta por Chile, Colombia, México y Perú, mientras que el MERCOSUR lo conforman Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

En 2013, el comercio total entre ambos grupos de países alcanzó los 47.400 millones de dólares, con exportaciones de la Alianza al Mercosur de 23.700 millones de dólares, monto muy similar al de los envíos del Mercosur a la Alianza, agrega el documento.

Dados los actuales niveles de intercambio, la CEPAL señala que la convergencia entre la AP y el Mercosur no solo traería beneficios para sus países miembros, sino que constituiría una oportunidad histórica para avanzar hacia una verdadera integración regional.

“Un proceso de integración de características regionales parece, pues, más adecuado a los signos de los tiempos y a las exigencias del cambio estructural en pro de la igualdad en América Latina. La gradual convergencia entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur podría constituir un catalizador decisivo de ese proceso”, señala Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, en el prólogo del estudio.

América Latina y el Caribe muestra una situación de estancamiento en materia exportadora desde fines de los años noventa, ya que su participación en las exportaciones mundiales ha fluctuado entre 5% y el actual 6%, pese a los altos precios registrados por varios de los productos básicos exportados por la región durante la mayor parte de la década pasada. Además, muestra una baja inserción en la economía del conocimiento ya que destinó en promedio 0,84% del PIB regional entre 2005 y 2012 a investigación y desarrollo (I+D), aunque el gasto en esta área en casi todos los países de la región (excepto Argentina y Brasil) fue inferior a 0,5% del PIB.

Según el organismo de las Naciones Unidas, una integración final de todas las subregiones de América Latina y el Caribe debiera ser el norte que guíe los esfuerzos de las distintas agrupaciones y foros en los próximos años. Además, una acción regional concertada permitiría fortalecer la voz de la región en los principales encuentros de debate mundiales y en sus relaciones con otros actores relevantes del sistema internacional.

Para ello la CEPAL propone a los países una agenda de trabajo que fomente la integración regional centrada en los siguientes puntos: facilitación del comercio, tanto intrarregional como con el resto del mundo; movilidad de personas; ciencia, tecnología y prospectiva; sostenibilidad; transporte; energía; política industrial; y aproximación conjunta a Asia Pacífico, entre otros.

Además propone que tanto los esquemas de integración como las organizaciones empresariales –y en especial las empresas translatinas- mejoren el diálogo mutuo para promover cadenas de valor regionales o subregionales competitivas.