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Tiembla el gobierno de Peña Nieto: 43 estudiantes fueron muertos y calcinados

Sábado, 8 de noviembre de 2014 - 06:22 UTC
“Sé del enorme dolor que produce en los familiares la información que hasta ahora hemos obtenido. Un dolor que compartimos”, dijo Murillo Karam “Sé del enorme dolor que produce en los familiares la información que hasta ahora hemos obtenido. Un dolor que compartimos”, dijo Murillo Karam
Policías corruptos entregaron los estudiantes a los narcos Guerreros Unidos quienes se encargaron de matarlos, quemar los cuerpos y lanzar las cenizas al río Policías corruptos entregaron los estudiantes a los narcos Guerreros Unidos quienes se encargaron de matarlos, quemar los cuerpos y lanzar las cenizas al río

Presuntos sicarios del narcotráfico detenidos en México han declarado que los 43 estudiantes desaparecidos están muertos y sus cadáveres fueron incinerados y arrojados al río, revelación difundida este viernes por la fiscalía y que los padres se niegan a creer.

 Después del anuncio, Enrique Peña Nieto, que atraviesa por la peor crisis desde el inicio de su presidencia en 2012, envío un mensaje a las incrédulas familias en el que prometió hacer justicia para este “crimen abominable” que ha conmocionado al país y la comunidad internacional.

Apoyado en videos con declaraciones de detenidos, el fiscal general, Jesús Murillo Karam, ofreció el viernes el primer relato de este escalofriante crimen que llega hasta la supuesta muerte de los jóvenes a manos de sicarios del cártel Guerreros Unidos.

“Sé del enorme dolor que produce en los familiares la información que hasta ahora hemos obtenido. Un dolor que compartimos”, dijo con semblante grave ante los periodistas.

El gobierno de México está bajo una fuerte presión nacional e internacional desde que la noche del 26 de septiembre 43 estudiantes de una escuela de Ayotzinapa (Guerrero, sur) desaparecieron tras ser atacados por policías de la cercana ciudad de Iguala.

Los agentes entregaron a los sobrevivientes a sicarios de Guerreros Unidos. Los jóvenes fueron trasladados esa noche en dos vehículos a un apartado basurero de la vecina localidad de Cocula a donde algunos ya llegaron muertos por asfixia, de acuerdo con testimonios de tres sicarios detenidos.

Según la estremecedora reconstrucción, los jóvenes fueron interrogados en ese oscuro paraje “por el grupo criminal para determinar quiénes eran y los motivos de su llegada a Iguala” , señaló Murillo Karam.

Los estudiantes se habían desplazado a esa localidad situada a solo 200 km de Ciudad de México para recaudar fondos para su escuela. Para regresar a sus casas se habían apoderado de dos autobuses en Iguala, una ciudad donde sus autoridades son acusadas de servir a los Guerreros Unidos en sus pugnas territoriales con otros cárteles.

Los detenidos señalan que “privaron de la vida a los sobrevivientes y después los arrojaron a la parte baja del basurero y quemaron los cuerpos” con gasolina, llantas, leña y otros elementos en un infierno que duró 14 horas y del que no alertaron los aterrorizados vecinos de esa zona, dijo Murillo Karam

En el basurero los peritos encontraron cenizas y algunos restos óseos humanos. Según los detenidos, recibieron órdenes para que los otros restos calcinados fueran fracturados y colocados en bolsas de basura que vaciaron en un río cercano.

Murillo Karam dijo que una de las bolsas fue encontrada completa y cerrada y que en su interior fueron hallados restos humanos que, por su estado de calcinación, podrían no llegar a ser nunca identificados, aunque el fiscal aseguró que se hará todo lo posible y se ha solicitado ayuda a expertos de una universidad de Austria.

“Hay muchos indicios” que “nos podrían indicar que son” los estudiantes, lamentó.

Murillo Karam aseguró que la investigación sigue abierta y que hasta que no tengan pruebas científicas de la muerte de los estudiantes los seguirán considerando como desaparecidos, pero los familiares repudiaron su anuncio.

“Mientras no haya pruebas, nuestros hijos están vivos”, recalcó Felipe de la Cruz, vocero de los padres, en una tensa conferencia de prensa ofrecida en la escuela de Ayotzinapa.

Los padres, exhaustos tras 42 días de angustiosa espera, avanzan que sólo creerán los peritajes que realice un grupo independiente de forenses argentinos a los que invitaron a participar en la investigación.

Indignados, los padres exigieron al gobierno que continúe la búsqueda de sus hijos y que permita inmediatamente la asistencia técnica de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que había aceptado.

“Ellos dicen lo que dicen, que es su verdad. Para nosotros es una mentira más” , dijo De la Cruz, que acusó al gobierno de querer facilitar la partida el domingo de Peña Nieto a una gira prevista por China y Australia para participar en las cumbres de APEC y G-20.

Categorías: Política, América Latina.