La Torre de la Libertad, el principal rascacielos del nuevo World Trade Center de Nueva York, comenzó a recibir este lunes a sus primeros inquilinos, trece años después del ataque terrorista que derrumbó las Twin Towers.
El gigante editorial de revistas como Vogue, Vanity Fair o New Yorker, tiene previsto instalar a unos 3.400 empleados en la torre, donde ha alquilado todos los pisos entre el 20 y el 44.
Con 104 pisos y 542 metros de altura, el edificio número uno del World Trade Center domina el perfil del Bajo Manhattan y ha ocupado el vacío dejado por las Torres Gemelas, destruidas en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Destinada a mostrar el orgullo de la recuperación neoyorquina tras la tragedia, la torre y su aguja tienen exactamente 1.776 pies de altura, en referencia al año de la declaración de independencia de Estados Unidos.
De ahí viene también el patriótico sobrenombre de Freedom Tower (Torre de la Libertad).
El gigante de cristal y acero se levanta junto a las cascadas con forma cuadrada donde antes se erigían las dos torres destruidas, y que ahora son un monumento que recuerda a las casi 3.000 personas muertas en los fatídicos atentados de 2001.
La construcción del edificio no estuvo exenta de problemas y su inauguración se retrasó varias veces, mientras el coste de las obras se disparaba hasta los 3.900 millones de dólares.
Pero con los alquileres, sus dueños confían en recuperar gran parte de la inversión con las visitas al observatorio que se abrirá en lo alto del edificio la próxima primavera.
Se espera que la atracción turística atraiga a más de 3,5 millones de personas al año y represente para 2019 un cuarto de los ingresos anuales del 1 WTC, unos 53 millones de dólares.