El Gobierno nipón ha comenzado a desarrollar un caza a reacción, lo que supone la primera vez que Japón fabrica íntegramente un avión de este tipo desde la segunda Guerra Mundial, según publicó el diario Nikkei.
El prototipo, en fase de construcción y concebido conjuntamente por el Ejecutivo nipón y las empresas niponas de maquinaria industrial y aeronáutica Mitsubishi Heavy Industries e IHI, realizará sus primeras pruebas de vuelo en enero del próximo año.
Se trata de un caza ligero equipado con un sistema anti-detección y de turbina a reacción de alta presión, y su desarrollo tiene un presupuesto estimado de un billón de yenes (7.100 millones de Euros o 9.200 millones de dólares) , según el antes citado diario económico. Además de dotarse de aviones militares propios, el objetivo de Tokio sería exportar las aeronaves a medio plazo y promover el desarrollo de nuevas tecnologías en la industria aeronáutica que puedan aplicarse también a aviones civiles.
El proyecto se ha iniciado después de que el Ejecutivo nipón aprobara en julio la revisión de su Constitución pacifista para dar un papel más activo a sus Fuerzas nacionales de Autodefensa, cuyas funciones están limitadas por la Carta Magna a defender el territorio nacional ante posibles agresiones. Asimismo, en abril entró en vigor una flexibilización de la normativa nipona sobre la producción armamento, que abrió la puerta a la exportación de estos productos por primera vez en medio siglo.
Con estas medidas, el Gobierno liderado por Shinzo Abe pretende impulsar la industria nacional y mejorar la capacidad de defensa de territorios alejados, como es el caso de las islas Senkaku (Diaoyu en chino), administradas de facto por Tokio pero reclamadas por Pekín.
El último intento de Japón de desarrollar un caza se remonta a 1987, cuando se abandonó la construcción de un avión similar a los F-1 de la compañía gala Dassault Aviation debido a la oposición de Washington y a que la industria nipona no contaba con la tecnología necesaria para dotarlo de un motor propio, según el Nikkei. Desde entonces, Japón ha adquirido varios lotes de cazas de la estadounidense Lockheed Martin y llevado a cabo varios proyectos conjuntos con Estados Unidos para diseñar y construir aeronaves militares.
Japón también ha desarrollado submarinos convencionales considerados entre los mejores del mundo por lo silencioso de sus turbinas, y Australia ya ha anticipado su interés en adquirirlos.
Recientemente Tokio también anunció su primer destructor portahelicópteros, clase Izumo, en setenta años. lo cual ha generado gran inquietud en la vecina China. Si bien Japón insiste en que se trata de una nave fundamentalmente de apoyo a emergencias humanitarias y a las fuerzas de la ONU, Beijing alega que fácilmente se puede convertir en lanzadera de aviones de ataque y es un porta aviones disfrazado.
Durante la segunda guerra mundial y la ocupación de Manchuria, China, la Mitsubishi se hizo famosa por el desarrollo del caza bombardero Zero, considerado el arma aérea más letal en el Pacífico por sus avances tecnológicos hasta que los EE.UU, pudieron construir aviones que compitieran con él y finalmente lo superaran.