Los bancos chinos van a seguir viendo aumentar cada vez más sus riesgos asociados al crédito a grandes empresas, ya que las compañías más grandes del país empezarán a sufrir cada vez más dificultades, ante la ralentización del crecimiento y ante las reformas de su economía nacional.
Así lo asegura el último informe que acaba de presentar la filial china de la consultora PriceWaterhouse Coopers (PWC), con sede en Shanghái, y que recoge hoy la prensa local de la capital financiera del país asiático.
De hecho, el coeficiente de préstamos sin rendimiento (impagos por cierto período, habitualmente 90 días) de los 10 mayores bancos chinos que cotizan en bolsa (y están obligados, por ello, a publicar estas cifras), aumentó de media un 1,07% en la primera mitad de 2014, es decir, 0,07 puntos porcentuales más interanuales.
Su coeficiente de préstamos vencidos aumentó también hasta un 1,63 por ciento interanual en el mismo período, es decir, 0,34 puntos porcentuales más interanuales, según el informe, que destaca cómo la brecha entre ambos coeficientes ha estado incrementándose.
Según la consultora, este aumento del coeficiente de préstamos vencidos supone una señal de preocupación ante la posible peor calidad de los activos de las firmas prestatarias.
Además alertó de que son entidades como el Banco de Desarrollo de Shanghái Pudong (SPDB) y el Banco Industrial las que están encabezando este aumento de los préstamos impagos.
El pronóstico de PWC es que los bancos chinos sentirán cada vez más dificultades para garantizar la calidad del crédito que concedan, a medida que cada vez más empresas chinas se verán afectadas por la ralentización controlada de la economía china y del sector inmobiliario que trata de lograr el Gobierno.
A eso se suman los esfuerzos de Beijing por reducir los excesos de capacidad de producción en distintos sectores que se están reestructurando, y el creciente problema de la deuda local gubernamental, que afectará indirectamente a todo el tejido económico de las zonas afectadas.
La publicación del informe coincide con el anuncio en las últimas horas de que la siderúrgica estatal Sinosteel tiene una deuda de 690 millones de yuanes (112,4 millones de dólares) con varios bancos chinos, en cifras de finales de julio, según el Diario de Información Económica de la agencia Xinhua.
El caso, cuyo conocimiento se atribuye a fuentes de la Comisión Reguladora del Sector Bancario de China (CRSB), es una prueba de cómo cada vez más grandes empresas y gigantes estatales con excesos de capacidad de producción tenderán a caer en impagos de este tipo, indicó Patrick Zhou, socio de PWC China Servicios Financieros.
De acuerdo con Zhou, como recoge el diario oficial Shanghai Daily, aunque hasta ahora la mayoría de los préstamos incobrables de China se debían a las pymes, por su habitualmente peor gestión de los riesgos, cada vez más empresas de mayor tamaño se verán arrastradas hacia una situación parecida, concluye.