La reunión de ministros y banqueros centrales del G20 que se desarrolló en Australia arrojó entre sus primeras conclusiones la decisión de arbitrar medidas que permitan estimular el despegue global de la economía a través del fomento de las inversiones.
Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del grupo plantearon la decisión de apuntar a conseguir un crecimiento conjunto de 1,8% en el PIB en los próximos cinco años, según el comunicado final de la reunión.
Del mismo modo, el G20 pretende establecer una Iniciativa Global sobre Infraestructuras, que permitirá a los miembros de este club que reúne a las 20 naciones más ricas compartir información sobre proyectos e inversiones para incentivar el crecimiento económico.
Hemos desarrollado medidas concretas para permitir el crecimiento, para impulsar mejores inversiones, para crear empleos, para ampliar el comercio y la competencia, señala el texto final concordado durante la reunión de dos días que finaliza este domingo en la ciudad de Cairns.
El G20 anunció un programa de cinco años para planes de infraestructura, que incluye una plataforma de datos sobre los proyectos planeados, con el fin de poder informar a los inversores.
Las inversiones son necesarias para estimular la demanda y acelerar el crecimiento, añade la declaración.
El Ministro de finanzas australiano, Joe Hockey, (y anfitrión del encuentro) destacó tras el encuentro que estas propuestas permitirán inyectar a la economía 2 billones de dólares y crear millones de puestos de trabajo en los próximos cinco años.
”Hoy estamos al 90% de alcanzar nuestro objetivo de crecer un 2% adicional que nos fijamos (en febrero) en Sídney. Estamos comprometidos a reforzar y alcanzar el objetivo de crecimiento en la cumbre de líderes de Brisbane (en noviembre), dijo Hockey.
Mientras la economía mundial se está recuperando, el crecimiento es desigual y hay algunos riesgos evidentes. Soy optimista sobre lo que podemos lograr si trabajamos en colaboración, indicó.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, indicó que con las 900 medidas existe el potencial para lograr el crecimiento adicional del 1,8%, para el que pidió políticas económicas que contribuyan a una recuperación más robusta y creadora de empleo.
La preocupación es que los objetivos de crecimiento vayan también junto a los del empleo. Debemos centrarnos más en las reformas laborales y en que el mercado laboral ofrezca más oportunidades para que se logren ambos objetivos, puntualizó.
Lagarde atribuyó en parte el bajo y desigual crecimiento de la economía al aumento de las tensiones geopolíticas” en Ucrania y en Oriente Medio, y al riesgo de desestabilización de los mercados financieros.
Tras los acuerdos alcanzados en la reunión, Lagarde subrayó que el próximo paso debe ser la implementación de todas estas medidas, para lo que ofreció la cooperación y asistencia del FMI.