Partidarios y detractores de la independencia de Escocia cierran este miércoles la campaña del referéndum de mañana, con ventaja de cuatro puntos para el “No” en los últimos sondeos y alrededor de un 10 % de votantes aún indecisos.
En las calles de Edimburgo se respira excitación y nerviosismo en la víspera de una consulta histórica que se espera concite mañana una participación masiva, casi dos años después de que los gobiernos del Reino Unido y Escocia acordasen su celebración.
No es para menos pues, de ganar el Sí, pondría fin a 300 años de historia conjunta, supondría el nacimiento de una nueva nación en el seno de Europa, en marzo de 2016, y llevaría al fin de facto del Reino Unido.
Tras una campaña frenética y muy reñida, con enfrentamientos pasionales y encuestas que han ido acercando posiciones entre ambos bandos, tres sondeos publicados hoy amplían al 52% la ventaja del No, cuatro puntos por delante del Sí.
Los datos de esas encuestas, publicadas en los diarios The Scotsman, Daily Mail y Daily Telegraph, excluyen el porcentaje de indecisos, que oscilaría entre el 14 y el 8% y puede ser clave en el resultado.
El primer ministro británico, David Cameron, insistió en que no dimitirá aunque gane el Sí porque su nombre no está en la papeleta, mientras varios diputados tories empiezan a azuzarlo por prometer más autonomía a Escocia para que rechace la secesión y mientras otros correligionarios afilan cuchillos.
Lo que está en la papeleta de votación es si Escocia quiere quedarse o separarse del Reino Unido, afirmó el premier conservador.
Esa es la única pregunta que se decidirá la noche del jueves. La cuestión sobre mi futuro se decidirá en las elecciones generales británicas que llegarán pronto, en mayo de 2015, puntualizó.
Los líderes de los grandes partidos británicos, que se oponen a la secesión de Escocia, ya no van a dejarse ver en Edimburgo y dejaron el protagonismo de la campaña a los políticos locales.
El ministro principal escocés y promotor de la consulta secesionista, Alex Salmond, pidió por carta a los votantes que acudan a las urnas para apoyar la independencia e insistió en que el nuevo país será aceptado en instituciones y organismos internacionales.
Cualquiera que crea que un país con el 1% de la población de la UE pero con un 20% de la pesca, un 25% de la energía renovable y un 60% de las reservas de petróleo no va a ser bienvenido en la Unión Europea, no entiende el proceso por el cual Europa acepta resultados democráticos y, en segundo lugar, que Escocia tiene una gran cantidad de atractivo para el resto del continente europeo, argumentó el líder escocés.
Se espera una participación muy alta en la consulta, con las urnas abiertas el jueves durante quince horas, desde las 6:00 GMT a las 21:00 GMT, para promover que los escoceses acudan a votar.
Aunque el recuento comenzará nada más cierren los colegios de los 32 distritos electorales de la región, el resultado se conocerá el viernes a primera hora, previsiblemente después de las 6:00 GMT según estimaciones de la Comisión Electoral.