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Mujica a Finlanda a la búsqueda de interesados para una tercera pastera

Lunes, 15 de setiembre de 2014 - 09:07 UTC
La pastera de ubicaría en el noreste del país “donde vendría muy bien una inversión de este tipo para generar trabajo de calidad” según Mujica. La pastera de ubicaría en el noreste del país “donde vendría muy bien una inversión de este tipo para generar trabajo de calidad” según Mujica.
Este mes se inauguró una segunda pastera con capacidad para 1.45 millones de toneladas anuales, que cuenta además con puerto propio Este mes se inauguró una segunda pastera con capacidad para 1.45 millones de toneladas anuales, que cuenta además con puerto propio

“Vamos a iniciar las negociaciones para la posible instalación de una papelera en una zona deprimida del país”, afirmó el presidente uruguayo José Mujica a la prensa poco antes de partir este domingo hacia Finlandia.

El objetivo de Uruguay es interesar a la empresa UPM para que instale una segunda planta de celulosa en el norte del país, en un sitio próximo a la frontera con Brasil, “donde vendría muy bien una inversión de este tipo para generar trabajo de calidad”, según el mandatario.

La finlandesa UPM es propietaria de otra planta de celulosa que lleva su nombre en el departamento de Río Negro, a orillas del Río Uruguay, límite natural entre Uruguay y Argentina. Esta planta, con 1.800 millones de dólares, supuso en su momento la mayor inversión privada en años recientes en el país.

La autorización de un aumento de producción a la planta de UPM hasta alcanzar 1,3 millones de toneladas anuales reavivó a mediados de año un conflicto bilateral entre los gobiernos uruguayo y argentino.

El gobierno de Cristina Fernández, que se opone a la planta de UPM desde su construcción en 2005 por supuesta contaminación de las aguas conjuntamente administradas, amenazó con llevar nuevamente a Uruguay a la Corte Internacional de Justicia de La Haya para dirimir el enfrentamiento.

En 2010, esta corte ya determinó que la planta no contaminaba, pero que las autoridades uruguayas no habían informado debidamente a las argentinas sobre los detalles de la construcción y dispuso la creación de una comisión binacional para el control de la papelera y del medio ambiente en la zona.

Mujica adelantó, además, que buscará interesar a empresarios e inversionistas en una fábrica de tratamiento de madera ubicada en el departamento de Tacuarembó, en el norte de Uruguay, que está cerrada por temas económicos. Los finlandeses “tienen una de las arquitecturas de madera más desarrolladas del mundo, y vamos a hablar del tema de la fábrica”, señaló.

A principios de este mes Mujica y su gabinete participaron de la inauguración de una segunda planta de pasta y papel, Montes del Plata, en Cuchilla Pereira sobre el Río de la Plata y a no más de 60 kilómetros de Buenos Aires.

El emprendimiento que demandó más de 2.200 millones de dólares e incluye puerto propio y generación de electricidad, tiene prevista una producción anual en el entorno de 1.3 millones de toneladas (capacidad para 1.45 millones). La empresa es una inversión conjunta de Stora Enso de Finlandia y de la chilena Arauco.

La fabricación de pasta y papel de calidad en Uruguay es resultado de un programa forestal que arranca a mediados de la década del ochenta cuando se aprobaron beneficios fiscales para la plantación de distintas variedades de árboles.