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Aumento de sueldos y regulación financiera para impulsar crecimiento mundial recomienda ONU

Jueves, 11 de setiembre de 2014 - 08:07 UTC
La demanda debería ser el “motor” de la recuperación. “Pero para invertir, hay que prever lo que se va a vender”, dice Calcagno. La demanda debería ser el “motor” de la recuperación. “Pero para invertir, hay que prever lo que se va a vender”, dice Calcagno.

La recuperación de la economía mundial pasa por el aumento de los salarios, la distribución equitativa de los ingresos y la regulación de los sistemas financieros, anunció este miércoles la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (CNUCD) en un informe.

La CNUCD vaticina un crecimiento mundial de entre el 2,5% al 3% en 2014 (contra el 2,3% en 2012 y 2013). Pero dependerá de las regiones. Los países en desarrollo crecerán en torno al 4,7% (frente al 4,6% en 2013) y los desarrollados un 1,8% (1,3% en 2013).

“Este crecimiento presenta algunos aspectos que hacen pensar en la precrisis” de 2007, como son las burbujas de activos, los créditos fáciles, un sector financiero que sigue estando sin regular y la desigualdad, explica el coordinador del informe Alfredo Calcagno.

Además, la “recuperación es débil” y el “comercio internacional sigue apático”, subrayan los expertos de la ONU, para los que el crecimiento del comercio mundial pasa por la recuperación vigorosa de la producción nacional bajo el impulso de la demanda interna.

La demanda debería ser el “motor” de la recuperación. “Pero para invertir, hay que prever lo que se va a vender”, dice Calcagno.

Para salir de este periodo prolongado de “marasmo económico”, la ONU estima que hay que reforzar la demanda global mediante una subida de salarios reales y la distribución más equitativa de los ingresos en vez de alimentar nuevas burbujas financieras.

“El mundo corre el riesgo de reproducir errores pasados. Es urgente reforzar la demanda interna y poner a la finanza en su sitio”, dicen los economistas, que sostienen que las causas profundas de la crisis de 2007, -- entre ellas la ausencia de regulación financiera mundial -- no se han resuelto.

Además, explica, que las medidas adoptadas en los países desarrollados -- que combinan austeridad presupuestaria, estancamiento o reducción de salarios, y aumento de la liquidez, mejora de la competitividad y saneamiento de las cuentas bancarias--, frenan la demanda interna y alimentan los mercados financieros.

Para la CNUED, “estas medias fomentan también la inyección de liquidez que están principalmente orientadas a las inversiones financieras y no a las inversiones productivas”.

Como antes de la crisis de 2007, “el crecimiento económico parece depender de nuevo del exceso de liquidez”. En un primer momento, esta situación puede favorecer el gasto privado y de paso las exportaciones de los países exportadores, pero a largo plazo, no es “viable”, dicen los expertos.

“Si los principales problemas del periodo de poscrisis están relacionados con la insuficiencia de la demanda y la inestabilidad financiera, la respuesta política apropiada no debería ser inyectar más liquidez, sino fomentar los créditos destinados a actividades productivas, al tiempo que se incentiva la demanda”, aconsejan los economistas de la ONU.