La fragata de la Royal Navy, veterana de la guerra de las Falkland Islands, HMS Plymouth y donde Argentina firmó la rendición de sus fuerzas en las South Georgia va camino al desguace en Turquía, pese a los esfuerzos que han realizado organizaciones privadas por conservarla y transformarla en una suerte de museo flotante.
Según las última noticias la fragata que estuvo años fuera de servicio está siendo remolcada y actualmente navega frentes a costas de Portugal y esta semana ingresará al Mediterráneo, esperando llegar a destino el 9 de setiembre.
Por lo visto el HMS Plymouth Trust pudo recolectar unas £ 5.000 para contratar un abogado especialista en asuntos marítimos para estudiar el caso de la fragata, sobre la cual pende deudas de amure y no está claro a esta altura a quien pertenece.
Botada en 1959 como fragata de la clase Rothesay, entró en servicio en 1961, y participó activamente en la guerra del Atlántico Sur, ayudando a recuperar South Georgia a fines de abril de 1982. Desembarcó infantes de marina y uno de sus helicópteros averió al submarino argentino Santa Fé.
En su sala de comando el entonces oficial de marina Alfredo Astiz firmó la rendición incondicional de las fuerzas argentinas que se encontraban ocupando las Georgia. Astiz actualmente está cumpliendo pena de por vida por los delitos de tortura, muerte y reiteradas violaciones de derechos humanos cometidos durante la represión desatada por la dictadura militar 1976/1983.
HMS Plymouth luego fue la primer nave británica en entrar en el pasaje de San Carlos en apoyo al desembarco de las tropas británicas, donde recibió varios impactos de aviones de la fuerza aérea argentina, empero continuó en batalla hasta fines de la guerra el 14 de junio de 1982.
En 1988 fue retirada de servicio activo y desde entonces el trust para la preservación de barcos de guerra históricos y otras organizaciones han estado tratando de recuperarlo, pero por lo visto sin mucha fortuna.
En 2007 la ciudad de Plymouth intentó comprar la fragata pero no pudo lograr donde amurar la nave y aparentemente tampoco disponía de fondos suficientes para su mantenimiento, según la prensa inglesa.