Un nuevo fallo desfavorable aguarda a Argentina, esta vez en la Organización Mundial de Comercio, OMC: el 22 de agosto la OMC dictaminará en contra de la Argentina por la discriminación que algunos países miembros denunciaron tener a la hora de intentar vender sus productos en Argentina. Empero en el Ministerio de Economía argentino creen que no afectará al comercio.
“El fallo en la OMC no genera consecuencias de corto plazo para el sistema de comercio”, dijo el secretario de Comercio Augusto Costa citado por Clarín.
En el ámbito empresario, en cambio temen por la decisión del panel de la OMC desfavorable a la Argentina. “Fue uno de los temas que se trató en la reunión con Costa. El contexto ya es poco favorable para la Argentina y nos preocupa el efecto que este fallo pueda causar en el comercio”, dijo un industrial.
Por lo que trascendió, la decisión del panel de la OMC se basó en que Argentina “violó las reglas internacionales de comercio”. El país fue demandado en marzo de 2012 por la Unión Europea, EE.UU, Australia, Israel, Japón, Tailandia, Suiza, Noruega, Panamá, y Turquía y otros que suman 43 en total. La demanda es producto del poco transparente manejo que aplicó el entonces ministro Guillermo Moreno cuando reemplazó el régimen de licencias no automáticas por el de las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI).
Si bien la OMC no aplica sanciones, son sus miembros los que pueden tomarlas aunque no de manera retroactiva.
Las críticas al sistema las DJAI se basan en que el gobierno argentino no informa el motivo por el cual se observan estos formularios y por lo tanto se traba su aprobación. De esta manera, los importadores creen que el régimen es arbitrario y a la vez los países que no pueden ingresar su mercadería a la Argentina se quejan de “ discriminación”.
Una vez que el panel (compuesto por un cuerpo de expertos de la OMC para analizar el caso argentino) haga público su dictamen, se abrirá una instancia de apelación y Argentina tendrá un mes y medio para su descargo.
“Más allá de las operaciones de prensa y de los supuestos efectos catastróficos que tratan de instalar sobre el eventual fallo de la OMC, existen instancias de apelación y posibilidades de adecuación del sistema que garantizan que en el corto y en el mediano plazo no habrá modificaciones sustanciales en el esquema de administración del comercio”, explicó Costa.
Una vez que Argentina apele el fallo, la OMC tendrá un mes más para estudiar el caso y ratificarlo o cambiarlo, por lo que la sentencia final se conocerá recién hacia fin de este año. El máximo tribunal al que recurrirá la Argentina es muy activo ya que dos de cada tres casos se apelan en la OMC. Está compuesto por siete miembros, aunque interinamente son seis, tras la jubilación del sudafricano David Unterhalter.
Hay dos escenarios posibles. Uno es que el fallo final solicite cambios en el sistema de DJAI o que solicite que se elimine por completo el sistema de DJAI. En el peor de los casos-que deba adecuar por completo sus sistema de comercio- Argentina contará con un año para adecuarse al requerimiento, por lo que será el próximo Gobierno que tendrá el tema en su agenda.