El 2014 en Venezuela estuvo marcado por las masivas protestas estudiantiles que derivaron en fuerte represión del gobierno de Nicolás Maduro y por tanto no resulta extraño que el chavismo siga avanzando en su carrera armamentista.
En lo que va del año, el gasto en Defensa de Venezuela ocupa el quinto lugar en prioridades, por encima de otras 36 carteras y organismos.
La semana pasada, el presidente venezolano anunció la compra de 330 equipos antimotines, cuyo objetivo es fortalecer las Fuerzas Armadas ante eventuales nuevas protestas estudiantiles.
Los dos principales proveedores de armamentos del régimen chavista son Rusia y China. Desde 2005 no se ha detenido la adquisición de fusiles AK 103 Kalashnikov. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri), Venezuela incrementó su inversión militar un 12%, de acuerdo con lo consignado por El Nacional.
España es otro de los principales clientes en este rubro. Sin embargo, en abril de este año el gobierno español suspendió de manera cautelar el envío de material antidisturbios por temor a que sea utilizado para reprimir, en medio del tenso clima que se respira en el país caribeño a raíz de los brutales choques entre las fuerzas chavistas y los estudiantes.
Rafael Uzcátegui, director de Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humano), considera que la compra de nuevos equipos antidisturbios puede ser una estrategia de disuasión ante la posibilidad de nuevos levantamientos tras el anuncio de medidas económicas que impactarán directamente en la calidad de vida de los ciudadanos venezolanos.
En vez de aplicar mecanismos democráticos, el Gobierno insiste en mecanismos no democráticos que se suman al discurso de la guerra económica y los enemigos internos, subrayó.
El Gobierno no busca atemorizar, sino resguardar la vida y los derechos humanos de los ciudadanos, así como los bienes del Estado. No estar preparados sería irresponsable, apuntó el diputado chavista Néstor León Heredia, vicepresidente de la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, quien defendió a ultranza la medida del presidente Maduro.
Según la publicación IHS Jane´s, en 2012 China vendió armas a Venezuela por 272 millones de dólares, mientras que el gobierno de Chávez compró a España por 217 millones de dólares.
En abril de este año, en tanto, se firmó un convenio con Rusia para la compra de aeronaves y el mantenimiento y reparación de helicópteros, además de un centro de simulaciones.