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Iglesia mexicana apoya reforma energética pero pregunta por el costo de los pasivos de Pemex

Martes, 5 de agosto de 2014 - 08:55 UTC
”Pemex debe ser saneado para hacer posible el propósito” de una empresa eficiente, señala editorial del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México. ”Pemex debe ser saneado para hacer posible el propósito” de una empresa eficiente, señala editorial del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México.

La Arquidiócesis de México exigió en un editorial sanear las finanzas de Pemex, que es una empresa que “ha sido botín de pocos” antes de que su deuda se convierta en deuda pública y la paguen los contribuyentes.

 “La Reforma Energética busca fundar una empresa productiva y competitiva de cara a la apertura del sector; sin embargo, Pemex debe ser saneado para hacer posible este propósito”, señala un editorial de del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México.

La Iglesia advierte que la reforma energética, que se encuentra en su etapa final en el Congreso mexicano, busca que “nuestros recursos sean mejor aprovechados”, pero advierte que esta medida “parecería eclipsada por el daño financiero de una empresa que ha sido botín de pocos y lastre para los contribuyentes”.

Añade que “es sano” que el Estado asuma parte de este costo, pero advierte que esto “no justifica, de forma alguna, la opacidad, la falta de rendición de cuentas, y más grave, la corrupción” de un gremio que nació de una lucha y que “abusó de sus derechos hasta comprometer el futuro de los trabajadores”.

Califica como un “escándalo” que los contribuyentes barran con “esa basura” para justificar la excelencia de la empresa, y añade que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) va por el mismo camino.

El órgano eclesiástico señala que uno de los dictámenes avalados por la Cámara de Diputados y que deben ser aprobados por el Senado reconoce que los privilegios inflaron la deuda de Pemex, entre los cuales cita las pensiones “más generosas” respecto a otros organismos estatales, las mayores obligaciones para pasivos laborales y los lastres en las finanzas.

El dictamen asegura que la solución es asumir la deuda siempre y cuando se modifique el contrato colectivo de trabajo para reducir el pasivo laboral.

La Iglesia recordó el origen de Pemex como resultado de la expropiación de los bienes de las empresas petroleras extranjeras que se negaron a acatar los fallos judiciales en 1938.

Recordó que desde entonces Pemex se convirtió en emblema de soberanía y nacionalismo y concentró el monopolio de la explotación de los hidrocarburos para generar millones de dólares que deberían invertirse en las necesidades del Estado mexicano.

Ahora, señala, se busca fundar una empresa productiva y competitiva para enfrentar la apertura de este sector, pero antes “Pemex debe ser saneado para hacer posible este propósito”, señala la Iglesia católica.

Afirma que la riqueza generada por Pemex “simplemente desapareció” y se pretende absorber una carga que es resultado de las irregularidades, tanto en los sectores de Pemex como en los “pagos improcedentes de contratos, pérdidas millonarias en la producción, arrendamientos sin cobrar, licitaciones directas improcedentes”, entre otros.

La Arquidiócesis señaló que los pasivos se calculan en 1,2 billones de pesos (90.978 millones de dólares), cifra que equivale al valor de 9,5 millones de autos o 18.000 millones de salarios mínimos (el trabajo de una persona por 49 millones de años).

La reforma energética busca la apertura de la industria petrolera a la inversión privada fue aprobada en diciembre pasado y el paquete de leyes reglamentarias ha sido discutido en las últimas dos semanas en ambas cámaras del Congreso mexicano, y se prevé concluya en los próximos días.