Los ministros de Interior y Defensa de Colombia, Aurelio Iragorri y Juan Carlos Pinzón, respectivamente, rechazaron enérgicamente la falta de arrepentimiento que las FARC aseguraron tener por su participación en el conflicto armado que se prolonga desde hace 50 años en el país.
Ambos dirigentes decidieron responder a las críticas vertidas el domingo por el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias “Timoleón Jiménez” o “Timochenko“, sobre el papel que se está adjudicando a este grupo armado en la historia de la violencia en el país.
En una misiva remitida a los medios desde las montañas de Colombia, “Timochenko” criticó que se vea a estos guerrilleros como “los peores enemigos de la patria”, al considerar que se está restando importancia a los crímenes de guerra cometidos por los paramilitares y el propio Estado.
“Sabemos que harán cuanto esté a su alcance para silenciarnos, para ensombrecer los testimonios que les resulten incómodos, para magnificar cuanto resulte útil a sus propósitos”, afirmó el líder de las FARC.
Asimismo, reivindicó la violencia cometida por este grupo armado durante 50 años.
“Somos guerrilleros colombianos, militantes activos de una organización revolucionaria que recién cumplió cincuenta años de lucha invencible. Nos sentimos orgullosos de ello, no nos arrepentimos ni siquiera por un instante de lo hecho. Y jamás vamos a hacerlo”, subrayó “Timochenko”.
En respuesta a estas palabras se pronunció primero el titular de Defensa, quien aseguró no escuchar los pronunciamientos del líder de las FARC y restó importancia a sus palabras.
“No escucho lo que ese señor diga porque no me parece relevante, lo único relevante es lo que acuerden los negociadores en La Habana”, aseguró Pinzón, en referencia al proceso de paz que se desarrolla en la capital cubana desde noviembre de 2012 entre el Gobierno y las FARC.
Precisamente, allí está a punto de comenzar la discusión del punto cuarto de la agenda, referido a las víctimas del conflicto armado, que ascienden a 220.000 muertos, unos 25.000 desaparecidos, 5,7 millones de desplazados y 27.000 secuestrados, además de 2.000 masacres, según datos del Centro de Memoria Histórica.
En referencia a esta coyuntura, Iragorri aseguró que para que se desarrolle el proceso de paz “se necesita el perdón” y criticó la actitud mostrada por la guerrilla en la misiva.
“Por un lado están las víctimas con el dolor de todos los colombianos que hemos sido víctimas de una u otra acción de este grupo guerrillero y, por otro lado, están ellos (las FARC), que tienen que reconocer, como ya lo hicieron, que existen víctimas”, afirmó el ministro de Interior.