El presidente re-electo Juna Manuel Santos tuvo mucho que festejar el domingo pues las encuestas vaticinaban un empate técnico con el candidato opositor en el ballotage, Oscar Iván Zuluaga, y terminó imponiéndose por más de cinco puntos de ventaja, o sea unos 900.000 votos de ventaja. Y esto en sólo veinte días.
Un resultado que era impensable hace sólo tres semanas, cuando los colombianos dieron en primera vuelta el triunfo a Zuluaga por casi 500.000 votos, pero una acelerada estrategia en busca de apoyos de la izquierda y anuncios desde La Habana sobre avances en el diálogo de paz con las FARC terminaron por dar el triunfo al mandatario, que ahora gobernará en Colombia hasta 2018.
La paz ha sido la columna vertebral de la campaña de Santos, y ha sido obvio que los colombianos han preferido pagar el costo de la paz negociada ofrecida por el presidente que la mano dura prometida por Zuluaga y el Centro Democrático.
La contienda entre Santos y Zuluaga para segunda vuelta se polarizó de tal manera alrededor del mejor camino para conseguir la paz, y fue tan intensa que el resultado en las urnas no puede entenderse de otra manera que como un voto a favor para que el Presidente se mantenga en la búsqueda de la paz con las guerrillas por la vía política, escribió el diario El Tiempo de Colombia en una larga crónica de análisis.
Santos ha entendido que esto es así. Pero también ha extendido el reclamo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, y al Ejército de Liberación Nacional, ELN.
La exigencia no es sólo para el Gobierno. El mensaje para las FARC y el ELN es claro. Éste es el fin y hay que llegar a él con seriedad y decisión, dijo el presidente al proclamar su triunfo en la noche del domingo.
Santos logró en la segunda vuelta del domingo 7.816.986 votos (50,95%), 900.000 más que Zuluaga (45%). Los cinco puntos restantes corresponden a los votos en blanco. A Santos en el 2010 lo eligió la derecha. En el 2014 lo reeligió la izquierda. Las paradojas, ha dicho el senador Antonio Navarro, de Alianza Verde, citado por el diario El Tiempo.
La candidatura de Santos logró el apoyo, aunque no explícito, de Clara López, que obtuvo casi 2 millones de votos el 25 de mayo bajo la bandera del Polo Democrático Alternativo, (PDA). Ese partido tiene a cargo de la alcaldía de Bogotá, y sus seguidores ayudaron a triplicar la suma de Santos en esa ciudad: el presidente pasó de 444.000 votos en primera vuelta a 1.337.000 el domingo.
Santos ha prometido un gobierno de unidad que respete el abanico de partidos que finalmente le han dado su apoyo. En contra tendrá la oposición del Centro Democrático, que más allá de Zuluaga tiene como principal referente al ex presidenteAlvaro Uribe (2002-2010).
Como senador, Uribe contará con el respaldo en la Cámara Alta del 20% de las bancas, cifra que sin duda lo convierten en un actor de peso.
Santos ya ha dicho que conformará una selección nacional de gobierno para seguir construyendo un país más justo e igualitario, en sintonía con el espíritu futbolístico que ha tenido sus últimas declaraciones.
Contará en ese equipo con parte del Partido Conservador que si bien desde la dirigencia ejecutiva no dio apoyo orgánico a su candidatura presidencial tuvo que aceptar que sus parlamentarios sí lo hagan.
Y con Alianza Verde, cuyos dirigentes ya dijeron que respaldarán al presidente, sobre todo en el proceso de paz con las FARC. La misma posición tomará Clara López, del Polo Democrático.
El segundo mandato del presidente Juan Manuel Santos tiene el desafío de configurar una nueva gobernabilidad para imponerse a los retos políticos que le deja su reelección. Un hecho como la definitiva participación de la izquierda en su triunfo electoral, si bien no plantea su incorporación al Gobierno, sí abre las puertas para una mayor comprensión con estos sectores, concluyó el diario El Tiempo.