La economía de Bolivia seguirá siendo una de las más dinámicas de la región por la inversión estatal y la extranjera, que continuará llegando porque el país genera confianza, afirmó la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
Bárcena quien estuvo en Bolivia para asistir a la Cumbre del G77 y China, dijo que la proyección de crecimiento de este país para 2014 es del 5,5 %. Sostuvo que la economía boliviana “sigue siendo muy dinámica, a pesar de que, por supuesto, toda la región se está desacelerando”.
“Dentro de esa desaceleración, Bolivia mantiene una tasa de crecimiento superior al promedio regional, que no será más del 2,3 %”, dijo la alta ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
En 2013, la economía de Bolivia creció en un 6,7 %.
Bárcena subrayó que Bolivia tiene las reservas internacionales más altas por persona de la región, un bajo endeudamiento público y un desempeño “muy prudente” de la macroeconomía.
A su juicio, el equipo económico boliviano “ha tenido mucha claridad” al impulsar la inversión pública en la economía.
En Bolivia, con poco más de diez millones de habitantes, el presupuesto de la inversión pública para este año es de 4.500 millones de dólares, que se elevarán a 6.000 millones con las inversiones de las petroleras nacionalizadas, según el Gobierno.
Aunque las empresas estatales invierten fondos prestados de las reservas del Banco Central de Bolivia, Bárcena no ve “ningún riesgo, por el momento” para mantener el nivel de tales reservas, aunque es un tema que, adelantó, conversará con esa entidad.
También explicó que el hecho de que el Estado controle empresas no supone que éstas pierdan eficiencia. “La propiedad no necesariamente incide, siempre y cuando no pierdas soberanía de los recursos naturales”, sostuvo Bárcena.
El PIB de Bolivia calculado para este año ronda los 32.000 millones de dólares, lo que cuadruplica la cifra que se tenía hace casi ocho años, según datos del Gobierno y organismos internacionales.
Bárcena destacó asimismo la “importante” política de redistribución de los ingresos que lleva a cabo Bolivia, pues permite que las ganancias se repartan, con una mejora del salario mínimo y programas sociales que impactan en la reducción de la pobreza.
La inversión extranjera directa, consideró, “va a seguir llegando a Bolivia” por la confianza que produce: en 2013 se recibieron 2.030 millones de dólares frente a los 1.300 millones de 2008.
Según Barcena, la inversión extranjera representa un 6,7 % del PIB de Bolivia, donde además hay una acumulación de activos por 10.550 millones de dólares, que seguirán generando rentabilidad.
La llegada de los capitales del exterior “es una señal muy potente de que Bolivia es un país con reglas claras”, aseveró.
“Es cierto que Bolivia ha tomado la decisión de renegociar contratos, de nacionalizar algunas empresas pero lo ha hecho por la vía jurídica y creo que eso ha generado bastante confianza”, dijo.
La nacionalización de una veintena de empresas desde 2006 le ha dado al Estado boliviano el control del 38 % de la economía del país, según datos oficiales.