El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén descartó suprimir la dolarización de la economía del país vigente desde 2001. Si bien se lamentó que la dolarización impide recurrir a una política monetaria, también admitió que se le puede sacar provecho.
“No vamos en ningún momento pensando des-dolarizar la economía”, aseguró el presidente salvadoreño.
Señaló que la dolarización “ha sido un factor que ha impedido el crecimiento económico de forma sostenida” en el país, indicador que alcanzó el 1,9 % el año pasado, según datos oficiales.
Sin embargo, Sánchez Cerén argumentó que la dolarización tiene “algunos espacios” y “hay que analizarla en el sentido (de) cómo se puede aprovechar más ese mecanismo para fortalecer el crecimiento sostenido de la economía del país”.
Este mecanismo fue implantado por el Gobierno de Francisco Flores (1999-2004), ahora prófugo por un proceso de presunta corrupción.
En cuanto a su gabinete refleja continuidad respecto al Gobierno saliente que preside su copartidario Mauricio Funes, con la ratificación de cuatro de los 13 ministros y con el ascenso de dos viceministras a ministras, entre otros. Entre los ratificados está el Ministro de Hacienda Carlos Cáceres, aunque el de Economía es nuevo: Tharsis Salomón López.
López, ex-vicepresidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), una de las gremiales que junto a la ANEP (Asociación Nacional de la Empresa Privada) han hecho ácidas críticas al gobierno de Funes, tendrá en sus manos la relevante cartera de Economía, y eso advierten los analistas, es un hecho plausible.
Los otros ministros y viceministros son diputados del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y profesionales de sectores “amigos” del partido en el poder. El FMLN cumple con Sánchez Cerén a su segundo mandato consecutivo de cinco años (2014-2019).
”Se trata de personas idóneas, con capacidad, experiencia y compromiso con el país”, destacó Sánchez Cerén quien también destacó “la importancia de la participación de la mujer”, pues hay varias ministras y viceministras.
Los nuevos ministros deben “fortalecer la cultura de transparencia, de austeridad, de racionalidad en el gasto” público, y “también garantizar una administración con elevados niveles de eficiencia”, subrayó.